Una familia de Frontera debió mudarse de su casa esta semana a poco de haber alquilado, tras sufrir primero un robo y al otro día haber sido víctima de violencia física de parte de los presuntos autores del hecho. Las víctimas aseguraron que reclamaron a la Policía protección, pero que no tuvieron demasiadas respuestas. Ahora, ya mudados, viven con miedo y siguen con temor a nuevas represalias. 

Todo inició el lunes en un sector de barrio Unidos en la vecina ciudad. Unas de las víctimas que contó a El Periódico cómo sucedieron los hechos, solicitó que no se difunda su identidad al manifestar que desde ese día viven con miedo. 

"El lunes me vine a dormir a la casa de mi papá y al otro día volví a mi casa y me encuentro con que habían entrado: rompieron una puerta, una reja y me sacaron el televisor, una máquina de coser, una garrafa, una pava eléctrica, una bolsa de papas, banquetas y varias cosas más, muchas de ellas prestadas", indicó.

Luego, narró que por la tarde hicieron soldar la puerta y que por medio de un vecino conocieron que una persona se llevaba una de sus garrafas en bicicleta. “Mi hermano fue a buscar a esta persona, pero no la encontró. Al regreso pasé por mi casa y me crucé con este hombre que se me reía, entonces me fui para su casa y apareció la hermana de atrás que me pegó. Nos pusimos a discutir porque le dije que lo vieron a su hermano con mi garrafa, pero ella fue a buscar a unas 20 personas que estaban en un 'campito' ahí al lado y me empezaron a amenazar. Luego se metieron adentro de mi casa con revólveres, golpearon a mi papá y lo lastimaron", aseguró la mujer.

Ante esta situación –amplió la denunciante- la familia acudió a la Policía, pero según indicaron nunca apareció el móvil por su casa. 

"Nos cansamos de llamar, les dijimos que había un herido, que teníamos un bebé. Hasta llamamos a San Francisco y nos dijeron que avisaron a Frontera, pero nunca llegó nadie", explicó angustiada. Y agregó: "Mi hermana se escapó en un remis con su bebé, fue a la Comisaría y ahí le dijeron que el móvil ya estaba en mi casa, pero nunca llegó. Nosotros arrancamos las motos como pudimos y nos fuimos".

Dos mudanzas en 15 días

La mujer explicó que luego pudieron radicar la denuncia de todo lo sucedido y solo volvieron a la vivienda para sacar sus cosas y marcharse, pese a que alquilaban el lugar desde hacía dos semanas. 

"Nos recomendaron que no volvamos", señaló sobre la Policía y agregó sobre los supuestos delincuentes: "Me amenazaron que me iban a prender fuego y que nos iban a matar".

"La Policía dice que solos no pueden entrar al barrio porque son pocos y ellos son más, les tienen miedo. Para buscar mis cosas me acompañaron dos oficiales en un móvil, se quedaron 15 minutos y se fueron, al rato volvió otro móvil, pero dio una vuelta a la cuadra y se fue", indicó con impotencia.

"Hacía menos de dos semanas que vivía en esa casa, es alquilada y tenía el mes pagado. La dueña no me reconoció nada. Me tuve que ir porque tenemos miedo", lamentó.