Con precios que superan los 10.000 pesos, los teléfonos móviles se convirtieron en el blanco predilecto de los delincuentes en situaciones de arrebatos en el transporte público o en la calle. Y así como surgen más modelos y prestaciones en dispositivos móviles, las cifras de robos no paran de crecer.

A la fecha, en la Argentina se roban 7000 celulares por día según un reporte de la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de Argentina (CATEMA), un incremento de un 15 por ciento respecto al anterior informe publicado en 2014.

¿Qué pasa acá?

En San Francisco, según fuentes policiales extraoficiales, se denuncian entre tres y cuatro robos de teléfonos celulares por día. Pero hay una cifra negra porque muchas víctimas prefieren no hacer la denuncia y se dirigen solamente a una agencia de venta para reponer la línea (tras haberle dado de baja ante el robo) y adquirir un nuevo teléfono.

El Periódico consultó en tres negocios de telefonía de la ciudad y se encontró con la misma respuesta: se reponen por semana al menos cuatro líneas telefónicas. Teniendo en cuenta que existen uno diez comercios de este tipo, la cifra alcanza unas 40 líneas semanales.

Desde las agencias además confirmaron que muchos clientes decidieron no hacer la denuncia policial al entender que no iban a tener éxito.

La radiografía se completa con la línea de equipos Samsung como los teléfonos más robados, seguidos por el Moto G de Motorola y algunos modelos de LG. Por su parte, las aseguradoras redujeron sus coberturas o incrementaron el costo mensual del seguro.

En el mercado, un aparato Samsung Galaxy Core, uno de los más vendidos, cuesta entre 4000 y 6000 pesos según la versión.

Zonas donde estar más alertas

Si bien los arrebatos no conocen de días, horarios ni lugares, se pueden establecer algunas zonas donde las potenciales víctimas deben estar más alerta.

Teniendo en cuenta que un 35 por ciento de las víctimas son menores o adolescentes, las zonas donde se ubican los clubes, colegios secundarios y la Facultad Regional San Francisco, se vuelven propicias para los arrebatadores que buscan actuar sobre personas de estas edades.

Otras de las zonas apuntadas por la Policía y los mismos agentes de venta que escuchan las distintas experiencias, es la “Costanera” y el bulevar Roca.