Continúa la investigación del hecho que conmocionó a San Francisco en esta semana, con el caso de una mujer que profanó una tumba en el cementerio local y le cortó dos dedos a un cadáver, en un presunto “ritual por encargo”.

La causa recayó en la fiscalía de primer turno a cargo Oscar Gieco que este jueves brindó más detalles del hecho en una entrevista a La Mañana de El Periódico Radio (FM97.1). Entre otros puntos, reveló que, según los dichos de la imputada, de apellido Benítez y 36 años, habría actuado bajo la influencia de un supuesto chamán de nacionalidad colombiana, con quien mantenía comunicación a través de WhatsApp.

La mujer permanece internada en el área de salud mental del Hospital Iturraspe, donde se evaluará su capacidad psíquica para determinar si comprende la criminalidad de sus actos. Según el fiscal, los primeros.informes señalan que la mujer sufre de un cuadro severo de depresión, lo que ha prolongado su internación, mientras continúa la investigación del caso.

“Se le está imputando el delito de daño calificado, por haber violentado el cajón de una mujer fallecida. En base a eso se continúa la investigación y creemos que fue llevada al lugar por una creencia, tal vez de exorcismo, a través de un chamán colombiano, cosa que estamos tratando de chequear si todo es fidedigno”, explicó el fiscal.

Esta información fue brindada por la mujer imputada de forma espontánea a los policías que acudieron al lugar del hecho y la detuvieron

Gieco luego agregó: “Al momento de su aprehensión, ella dijo que se trataba supuestamente de un trabajo a través de un chamán que la iba llevando a hacer distintos pasos. El último paso del trabajo para liberarse de su supuesto mal era cortar los dedos de una persona que estuviera enterrada en el cementerio, lo que según dijo la llevó a hacer este hecho”.

También se desprende de la investigación que la imputada nunca tuvo contacto directo con el presunto chamán y todo fue mediante comunicaciones a través de WhatsApp.

Cómo sigue

El fiscal también informó que se le solicitó autorización al juez de control para acceder al teléfono de la imputada y verificar si las comunicaciones con el presunto chamán son genuinas.

Con el correr de los días, trascendió que la mujer habría llevado a cabo el macabro hecho al estar acechada por diferentes deudas económicas; sin embargo, Gieco minimizó esta hipótesis como causa principal del delito.

“Tenemos informes de su estado patrimonial, tiene una deuda que surge de los informes oficiales de alrededor del 1.500.000 de pesos pero no es significativa, aparentemente su estado de salud mental no es bueno y eso lo habría llevado a hacer esa tarea”, indicó el funcionario judicial.

A su vez aclaró que la mujer actuó sola, que llegó al cementerio a bordo de una motocicleta Motomel, que eligió la tumba al azar y que llevaba consigo una tijera de podar con la que cortó los dos dedos índices del cadáver.

“En San Francisco no tenemos ninguna denuncia de otra profanación en alguna tumba-expresó-. Tampoco informes del encargado del cementerio sobre otros hechos de vandalismo. Así que creemos que esto fue al azar el haber elegido esa tumba y que su accionar fue visto por personas que pasaron por el lugar y por eso nos llamó la atención que en ningún momento ocultó lo que estaba haciendo”.

En este sentido, indicó que fue una persona que se domicilia en cercanías del lugar la que alertó a la Policía sobre los movimientos extraños que se estaban produciendo en el campo santo. “El lugar del hecho se encuentra en sector seis del cementerio local, tiene acceso público y no cuenta con ningún tipo de contención, valla o edificación que impida el ingreso, por eso se pudo ver a la mujer desde la vía pública”, indicó Gieco.

El caso sigue en investigación mientras se esperan los resultados de la evaluación psiquiátrica.

El hecho

Se produjo a las 0:10 del martes 6 de julio, cuando la Policía alertada por una situación sospechosa en el sector oeste del cementerio, entre el “Cementerio Don Orione” y el “Cementerio Ferroviario”.

Según información judicial, en el lugar, los agentes encontraron a una mujer arrodillada sobre una de las tumbas. También, detectaron tierra removida recientemente y la tapa de un féretro abierta, que revelaba el cadáver de una mujer, al cual le habían amputado los dos dedos índices de cada mano.

Durante el arresto, los policías secuestraron varios elementos que poseía la presunta profanadora: una tijera de podar, una pala de punta y un teléfono celular.