Falleció en las últimas horas el hombre que había sufrido en junio último, junto a su hijo, un grave siniestro vial con su automóvil al no poder esquivar una isleta divisoria que lo tomó por sorpresa mientras viajaba sobre la ruta nacional 158.

Según confirmó a El Periódico su familia, Nicolás Adolfo Rivero, de 56 años, murió en la clínica El Salvador de la ciudad de Córdoba, donde se encontraba internado a causa de las severas lesiones sufridas.

Cabe recordar que el hombre fue inmediatamente trasladado la Clínica ‘Enrique Carrá’ de nuestra ciudad, donde tuvo dos cirugías por las lesiones gravísimas que sufrió en su columna cervical, además de presentar complicaciones pulmonares.

Ese día, Rivero era acompañado de uno de sus hijos, Brahim Rivero (23). Viajante desde hacía 25 años, su destino era la localidad correntina de Ituzaingó, de donde era oriundo.

Brahim pudo salir ileso de la camioneta y sacar a su padre atrapado entre los hierros retorcidos. “Me pidió por favor que lo ayude que no se podía mover, se estaba asfixiando y me dijo que no sentía los brazos ni sus piernas”, recordó el muchacho tiempo atrás en diálogo con El Periódico.

Su familia expresó profundo dolor y agradecimiento a quienes les dieron una mano en San Francisco. 

Murió el hombre accidentado en junio frente al Parque Industrial

El accidente

Un tramo recto que no debería prestarse a mayores complicaciones en la ruta nacional 158, en el acceso norte al Parque Industrial de San Francisco, fue el lugar del grave accidente que sufrieron padre e hijo, quienes circulaban en una camioneta e impactaron frontalmente contra una isla divisoria construida recientemente, la que, aseguró el joven accidentado, no pudieron advertir por la mala señalización y falta de iluminación. "No se ve nada, es muy peligroso eso", dijo.

El hecho ocurrió el viernes 18 de junio, en la tardecita noche.

“Iba manejando feliz, estábamos calculando que a la mañana íbamos a estar en nuestra casa- en la localidad correntina de Ituzaingó-, pero nos encontramos con el lugar muy oscuro, no había señalizaciones, unos postes de luz que alumbraban a duras penas y no vio la isla divisoria, se la llevó de imprevisto, comenzó a volantear, nos estábamos por ir contra de los árboles, volanteó y terminó volcando. Él se llevó la peor parte, se abolló el techo y le rompió los huesos de sus vértebras”.

"Esto nos destruyó", dijo familia del hombre accidentado frente a Parque Industrial San Francisco, poco después del hecho.