En todos los casos sucedidos en la ciudad los estafadores tienen buena presencia, dejan un importante vehículo fuera del comercio que pretenden engañar y realizan compras de elevado monto económico. Y en algunos existió una particularidad: el estafador llega sobre la hora de cierre del negocio para que su compra se haga inmediatamente.

Esto ocurrió hace una semana, cerca del mediodía, en una pinturería de bulevar 25 de Mayo y Garibaldi, donde dos personas intentaron comprar 25 latas de pintura con cheques que supuestamente eran de terceros, pero que habían sido denunciados como robados. El monto de la compra era de aproximadamente 18 mil pesos.

Huyen

Pese a que estaban sobre el horario de cierre, el propietario de la pinturería se dispuso a observar con detenimiento los cheques, mientras que los delincuentes empezaban a ser víctimas del nerviosismo y hasta se habrían quejado del olor a thinner, aduciendo que les hacía mal. Sin embargo, no lograron apurar al comerciante y como consecuencia de ello decidieron darse a la fuga en su camioneta.

No van muy lejos

Desde el comercio se dio aviso a la Policía, que interceptó a estas dos personas en la calle y los detuvo. El comisario mayor Félix Quinteros le dijo a El Periódico que éstos tenían una importante cantidad de cheques robados y billetes falsos de 100 pesos.

Pero no terminó allí, porque al intervenir la fiscalía a cargo de Oscar Gieco, los investigadores tomaron conocimiento de que otros dos hombres, que se conducían en una camioneta Toyota Hilux, estaban vinculados con estos estafadores. “También tenían cheques y billetes falsos”, agregó el comisario.

Dos de los cuatro detenidos son oriundos de Córdoba, otro de Salta y uno de San Francisco, con antecedentes en este tipo de delitos.

Historiales

A mediados de marzo, desde la firma Caty Hogar, ubicada en calle Vélez Sarsfield 326, se informó que habían sido víctimas de una estafa similar. Carolina Zbrun, su propietaria, explicó en aquella oportunidad a El Periódico que un hombre se apersonó en el negocio en el mes de enero en dos oportunidades para comprar diferentes aparatos electrónicos.

“Las cuentas de los cheques eran excelentes”, sostuvo la mujer, quien contó que en febrero quisieron hacer el depósito pero se vieron impedidos: “Ahí aparecen que son cheques robados”, señaló.

No hay vinculación

Es lo que comentó Quinteros al ser consultado por este medio sobre si existía vinculación de este último hecho con sucesos pasados. “Es una banda distinta a las que venían actuando anteriormente en la ciudad”, afirmó.

Ahora resta establecer la procedencia de los cheques, sus titulares, cuándo fueron robados y denunciados. Mientras tanto, los comerciantes de la ciudad deberán estar más que atentos porque los estafadores los acechan.