En la mañana del lunes, dos importantes robos despertaron a la ciudad del letargo producto de los feriados de carnaval. Una misma banda, mediante boquetes, entró en la madrugada en la joyería Merry y el local de venta de neumáticos Terraf, de donde se llevaron un suculento botín. 

El hecho se dio días después de que asuma el nuevo jefe policial Félix Quinteros, quien se encarga del departamento San Justo. La llegada de Quinteros a la ciudad se dio en el marco del cambio de autoridades policiales en la cúpula provincial, cuya cabeza es hoy  Ángel Frías.

Y cuando suceden estos hechos, la gente comienza a reclamar y presionar –con razón- mayor seguridad, lo que sumado a la difusión de la noticia en los medios suele llevar a que la Policía se apresure a lograr detenciones con faltas de elementos.

Esto fue reconocido por una fuente de la Justicia local, que si bien destacó que “ya no se detiene al voleo como antes” (esto porque la mayor responsabilidad recae ahora sobre las fiscalías), agregó que la presión de la gente y los medios pueden llevar a un oficial a acortar algunos pasos.

La consulta de El Periódico a la fuente judicial surge luego de analizar los partes de prensa policiales que se sucedieron luego de estos hechos delictivos de gran magnitud. “En ciertas oportunidades la necesidad de dar una solución conspira sobre lo coherente”, aseguró la fuente judicial.

Ese mismo lunes, por ejemplo, personal policial detuvo a un joven de 18 años de edad, y tres de 17, domiciliados en Frontera, los que se encontraban –según el parte- promoviendo escándalos en la vía pública. Hasta ayer hubo casos similares.

Según le dijo un oficial de policía a este medio, que pidió que se reserve su nombre, la orden que viene de la nueva cúpula provincial es “detener”. Así se engrosan las estadísticas.

“No hay quien patrulle”

El mismo oficial aseguró que hay pocos policías para patrullar las calles. Justificó sus dichos indicando que trabajan muchas horas, sobre todo con los adicionales, y que tienen poco tiempo para descansar.

Por otra parte, hay un dato que confirma que el pasado fin de semana hubo menos policías en la ciudad, ya que efectivos de la departamental San Justo estuvieron cumpliendo funciones en distintos corsos de la zona, en el partido entre Belgrano y River y hasta en el Cosquín Rock.

Los adicionales son la fuente de supervivencia de la mayoría de los policías de Córdoba, pero como contrapartida les roba horas de sueño. El sistema de días laborables y francos en la fuerza es 16 horas de trabajo y 52 de franco o bien 24 y 48. Los agentes aprovechan los francos para realizar adicionales, en lugar de descansar. Llegan a trabajar hasta 16 horas por día y perder sus días libres.

En San Francisco existe una importante demanda de adicionales debido a la gran cantidad de bancos que existen en la zona céntrica, a los que se suman un par ubicados sobre la periferia. También hay que agregar al Casino y el Peaje, más los diferentes predios donde suelen jugarse torneos de fútbol los fines de semana.

“Lo hacemos para engrosar nuestro sueldo”, confió el oficial.

Defender el código

Según informa la Revista Veintitrés en su edición de la semana pasada, el nuevo jefe provincial Ángel Frías es conocido por sus declaraciones en defensa del Código de Faltas, una normativa muy criticada en Córdoba por los defensores de los derechos humanos que sostienen que criminaliza a la juventud, ya que son quienes sufren en carne propia la aplicación de esa normativa. Las últimas cifras, de 2010, indican que el total de detenciones por el Código de Faltas informadas por los distintos departamentos de la provincia ascienden a 54.223.

Un 44% -sostiene la publicación gráfica- son jóvenes de entre 18 y 25 años; 8% de entre 26 y 35; más de 45 años, el 17,4%; de 36 a 45 años, el 8,7%; y menores de 18 años, el 5,2%. De acuerdo con la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional, en Córdoba, “cada 10 minutos se llevan a un pibe detenido por el Código de Faltas”.

El papel de las municipalidades

El secretario de Gobierno de San Francisco, Miguel Pesce, se mostró preocupado con la situación que vive la ciudad en materia de inseguridad: “Los hechos se van sucediendo y van cambiando las modalidades; hay más agresión y violencia”.

Pesce comentó que junto a la Policía de la Departamental se trabaja en conjunto: “En los controles que hacemos de casco y alcoholemia con la Policía municipal hemos podido detectar motos robadas, un delito común”.

Por su parte, el secretario de Gobierno de Frontera, Alejandro Lucarelli, aseguró que su municipio colabora para la compra de nuevos móviles policiales, el combustible, y además con dos móviles municipales de la guardia urbana que patrullan esta localidad.