La Cámara 11ª del Crimen, integrada por jurados populares, condenó a cadena perpetua a Gonzalo Lizarralde este miércoles 7 de octubre después de las 19, tras una extensa jornada en la que se escucharon todos los alegatos.

La condena a perpetua no tiene el agravante de la violencia de género. Sí fue agravada la pena por la alevosía. La familia Acosta dijo: "Lo importante es la perpetua, pero vamos a apelar para que se contemple el femicidio". 


La sentencia se escuchó en la tarde del miércoles después de largas horas de alegatos de las partes en la Cámara 11ª del Crimen, que llevó a cabo el juicio con jurados populares. Y luego de que el propio Lizarralde asegurara que no tenía relación con los hechos: "Yo no asesiné a Paola y no generé ninguna lesión a mi hija M.", dijo Gonzalo Lizarralde en su última palabra antes de que el Tribunal que lo condenó pasara a un cuarto intermedio. 

Lizarralde es autor de homicidio calificado por violencia de género y por alevosía contra Paola, y homicidio calificado por el vínculo, violencia de género y alevosía, en grado de tentativa, contra Martina.

Los fundamentos de la sentencia se conocerán el 22 del corriente.

La noche del crimen

Se cree que Paola murió con su hija en brazos el 17 de septiembre de 2014 cuando salió del edificio en el que vivía para recibir la cuota alimentaria por parte de Lizarralde, luego de una disposición judicial y un ADN que confirmó que era el padre de Martina. El cadáver de fue hallado el 21 de ese mes. Martina, estaba a su lado, y según los testigos no paraba de reclamar: "¡Agua, agua!".

Fuentes: Día a Día/ La Voz del Interior