Dos ejes sustentan el juicio por la muerte de Mariana Ellena (22), la sanfrancisqueña atropellada y abandonada en una presunta "picada" callejera en Nueva Córdoba, en setiembre de 2011: el sufrimiento de su familia (que llegó temprano desde San Francisco) y la discusión judicial inédita en un proceso que, en Córdoba, también es inédito.

Se trata de la disputa entre la calificación legal por "homicidio culposo" y "homicidio simple por dolo eventual". El homicidio culposo prevé una pena de entre seis meses y cinco años de cárcel porque considera que el responsable cometió un daño sin intención; el doloso, de entre 8 años y 25 años porque contempla que el responsable se imaginó que con su conducta podía cometer un daño, pero pese a ello siguió adelante.

Esta diferencia atravesó el juicio que el año pasado se realizó en el Juzgado Correccional Nº 4, y amaga con surgir con mayor fuerza en el proceso que esta mañana comenzó en la Cámara 4ª del Crimen.

Por la muerte de Mariana está acusado Catriel Bertorello, un hombre que tenía 16 años en setiembre de 2011, cuando a bordo de su Fiat 147 cruzó en rojo la intersección de Chacabuco y Corrientes y arrolló a la sanfrancisqueña. La jovencita murió cinco días después en el Hospital de Urgencias. Catriel llega imputado por “homicidio doloso” y “conducción peligrosa en prueba de velocidad no autorizada”.

Por este segundo delito es juzgado también Gastón Luca, un hombre de 29 años que con su Fiat Spazio azul al parecer corría una “picada” callejera contra el Fiat 147 blanco de Bertorello la noche en que Mariana fue embestida y abandonada. 

En abril del año pasado, Bertorello y Luca fueron sentados en el banquillo del Juzgado Correccional Nº 4 de Tribunales I, bajo una imputación por “culpa”. Pero el juez Armando Angeli consideró que la conducta de Catriel configuraba un delito "doloso" y envió el proceso a una Cámara del Crimen de Tribunales II. Fue la primera vez que ocurrió algo así en la ciudad de Córdoba, y de allí lo inédito del caso en el ámbito judicial. 

“Al estar el semáforo en rojo, el Fiat 147 azul se detuvo pocos metros antes de la senda peatonal, pero Catriel –pese observar a la peatón que estaba cruzando por la senda ya referida– tuvo oportunidad de frenar su vehículo, pudo evitarlo y decidió continuar la marcha, con el resultado ya conocido. Intentó frenar, pero priorizó la adrenalina", fundamentó el juez Angeli. 

Es decir que esta mañana comenzó un nuevo proceso con un nuevo fiscal (Raúl Gualda) y un nuevo Tribunal (Luis Nassiz, Antonia de la Rúa y Jorge Montero). En cuanto largó el debate, el defensor de Gastón Luca, Claudio Orosz, argumentó que su cliente no debía ser parte de este juicio porque ya había sido juzgado el año pasado. "Se está violando la garantía constitucional que dice que ninguna persona puede ser juzgada dos veces por el mismo hecho", sostuvo Orosz. "La discusión sobre el homicidio corresponde al otro imputado (Catriel), no a mi cliente", vociferó. 

Su solicitud fue respaldada por el fiscal Gualda, quien por sus gestos y preguntas parecería inclinarse a una acusación por "culpa". El querellante Carlos Palacio Laje (representante de la familia Ellena) se opuso al pedido de Orosz  argumentando que no se juzga dos veces a Luca porque "se trata de la continuidad del mismo juicio que empezó el año pasado". "El juez Angeli dispuso que el proceso siga en esta Cámara. Por ende, no se trata de dos juicios, se trata de una continuidad sobre el mismo hecho", expresó.

El Tribunal deliberó sobre el planteo de Orosz y decidió "diferir" la respuesta. Eso quiere decir que recién el día de la sentencia dictaminará si deja a Luca de lado o lo incluye en la acusación.

Más disidencias. Previo a esto, el presidente Nassiz dispuso que se leyeran las dos acusaciones (la que imputa a Catriel por "dolo" y la que lo imputa por "culpa"). El fiscal Gualda se opuso de modo terminante, a lo que el juez Nassiz le explicó que ambas acusaciones son parte del proceso y como tal debían leerse, más allá de que eventualmente el Tribunal se incline por una u otra.

_¿Le satisfizo mi explicación, señor fiscal?, preguntó el juez.

_De ninguna manera, espetó Gualda, quien más tarde se quejó por "la presencia de cámaras" de televisión en una sala de audiencias que abundaba en periodistas. 

"Señor presidente, es necesario que los periodistas dejen de filmar este proceso", se molestó el fiscal. Luego, al finalizar la audiencia, el abogado de Catriel, Ricardo Moreno, se acercó al presidente del Tribunal para pedirle por lo bajo que restrinjan el ingreso de la prensa. 

Este viernes se escucharán los primeros testimonios. 

Nervios. Fueron particulares los movimientos corporales de Catriel B. a la hora de responder las preguntas del juez: el principal acusado pestañeaba fuerte, tragaba saliva y se refregaba las manos en el pantalón mientras contaba que vive con su hija y su pareja (Brenda Andrade Salas, quien iba en el Fiat 147 cuando atropellaron a Mariana), que no tiene licencia de conducir y que jamás bebe alcohol. 

El resto de la audiencia miró casi siempre el piso, en particular cuando la secretaria del Tribunal leyó detalladamente las heridas que sufrió Mariana Ellena y hubo llantos en la sala. Lo particular es que, al haber dos acusaciones (una por "culpa" y otra por "dolo"), la secretaría repitió la lectura de las heridas y la congoja se duplicó. Entre tanta carga contenida podía verse a Rocío (15), la menor de los Ellena, que sollozaba en el hombro de una alumna de hockey de su hermana. 

Fuente: Día a Día / Alejo Gómez