Habría importantes novedades en el caso Santillán
Habría importantes novedades en el caso Santillán
El 29 de marzo de este año en la ciudad de Frontera mientras se desplazaba en una motocicleta junto a una menor de edad -presumiblemente perseguido por al menos un móvil del Comando de Acción Preventiva de la Policía (CAP) de San Francisco-, Tomás Iván Santillán, de 16 años, residente en Frontera, cayó abatido por un disparo de arma de fuego (proyectil calibre 9 milímetros, de acuerdo a lo que habría arrojado la autopsia).
Por entonces, pese a que la menor en cuestión y algunos familiares y allegados de la víctima fatal declararon testimonialmente ante la Policía y la Fiscalía regional que el disparo fatal provino del arma reglamentaria de uno de los policías sanfrancisqueños, LA OPINION informa que según informes extraoficiales no se descartaba que el proyectil que acabó con la vida del jovencito haya provenido de un arma calibre 9 milímetros, que habría portado un joven radicado en Frontera, y que responde al apelativo "Maxi", quien sostenía conocidas disputas con el fallecido.
Las pericias realizadas en las armas de los policías presuntamente involucrados, y llevadas adelante tanto en Rafaela como en Gendarmería nacional, arrojaron resultados negativos.
En ese contexto, en la jornada de ayer en el entorno de allegados al chico muerto se habría comentado que en un escenario de investigaciones ahora concretadas por efectivos de la nueva conducción de la PDI, en la Fiscalía de Rafaela se habría contabilizado una declaración de la jovencita que acompañaba a Santillán, y que resultó herida en un hombro según trascendió a pocas horas de ocurrir el homicidio.
La menor se habría "quebrado", y llorando habría confesado que el tiro mortal provino de un arma manipulada por un ciudadano de Frontera. Y sobre el por qué de la falsedad originaria, como respuesta se habría esgrimido el temor a represalias.
Consecuentemente, ya se habría dado orden de lograr la captura del sujeto aludido, quien contaría con abultados antecedentes en el mundo del delito.
Fuente Romeo Lanata (Especial para LA OPINION)