Un hombre de 45 años oriundo de Frontera quedó detenido luego de la denuncia de una mujer por acoso y abuso sexual a dos menores de edad. El caso se viralizó en redes sociales y durante la noche del miércoles otros ocho casos de presuntos abusos salieron a la luz y podrían complicar aún más al sujeto identificado como D.D, que residen en barrio Francucci de la vecina localidad.

Por la denuncia de Sandra Albarracín la fiscal de Rafaela, Ángela Capitanio, confirmó la prisión del sujeto aunque todavía no se encontraría imputado ya que la investigación sigue en curso.

El 25 de febrero Sandra decidió realizar la denuncia luego de que el hombre acosara a su hija de 15 años. A partir de este hecho otro menor confesó haber sido víctima del sujeto años atrás.

“Hace del años pasado que a mi nena de 15 años este sujeto la empezó a acosar a mi hija, le tira besos, le chifla y cuando ella pasa se manosea sus partes íntimas”, le dijo la mujer a El Periódico.

Esta situación provocó la furia de los hijos de la mujer que fueron a enfrentarse al hombre, en la pelea uno de los jóvenes se cortó de mala manera y tuvo que ser hospitalizado. En esa situación un menor se quebró y relató que años atrás D.D los había abusado a él y a un amigo.

"Fue siempre una persona de confianza para nosotros. Yo lo conozco desde los 9 años. Él se había hecho muy amigo de mis hijos cuando ellos dos jugaban al Baby. En ese tiempo empezó a salir la Play Station, pocos la tenían, los que podían comprarla, y él era uno de ellos. Entonces bajo esa excusa los invitaba a su casa y ahí se aprovechaba”, agregó

Más casos

Al hacer pública su denuncia, Sandra comenzó a recibir mensajes privados de otros casos. De este modo gracias a la intervención de la agrupación Paso a Paso y del municipio de Frontera, se logró juntar a todos los damnificados para radicar la denuncia en Rafaela.

Sandra cree que puede haber varios casos más e insta a los padres a que realicen la denuncia ya que el hombre fue entrenador de Baby Fútbol.

Esta mañana Sandra junto a otros familiares se encontraban en los Tribunales locales pidiendo la liberación de su esposo Pablo quien había quedado detenido en la noche del martes en un intento de evitar que el presunto agresor se diera a la fuga con rumbo a Córdoba.