No fueron más de tres minutos, pero los suficientes para que cuatro delincuentes armados, presuntamente menores de edad, golpearan a casi toda una familia en la noche de este lunes en Estación Frontera y les robaran una moto nueva, para luego darse a la fuga. Por los golpes, el padre de la familia necesitó ser atendido en el Hospital Iturraspe y le aplicaron cinco puntos de sutura en la cabeza.

Los hechos sucedieron anoche frente a una vivienda ubicada en Agustín Giletta al 1400 del mencionado barrio. Según denunció Pedro Capra (44 años), una de las víctimas, el salvaje ataque ocurrió pasadas las 23 del lunes, cuando después de haber cenado en familia, su yerno se iba de la vivienda, ya que trabaja temprano.

“Mi yerno estaba afuera con mi hija, escuché ruidos y pensé que eran los perros, pero salimos con mi mujer y veo que lo habían tirado de la moto y le estaban dando patadas en el suelo. Fui a defenderlo pero en ese momento, otro chico alto, encapuchado, agarró de los pelos a mi mujer, la tiró al suelo y le empezó a dar patadas en las costillas; y ahí nomás el mismo chico también tira al suelo a mi hija y le empieza a pegar. Cuando voy a protegerlas a ellas, de atrás viene otro y me pega en la cabeza con la culata de un revolver,” relató Capra a El Periódico.

Según contó a este medio, los ladrones eran cuatro y presuntamente menores de edad, quienes se llevaron la moto, una Honda Invicta 150 cc., a la rastra. “Mi yerno la había comprado hace pocos meses, con el aguinaldo pidió un crédito para tener la moto para ir a trabajar”, agregó la víctima, quien por el corte que le produjo el “culatazo” en la cabeza fue llevado al Hospital Iturraspe por un vecino, donde le aplicaron cinco puntos de sutura.

Los golpes también dejaron muy doloridas a su esposa e hijas, y durante este martes acudirán al médico para descartar que no haya lesiones internas. "Mi esposa está muy dolorida por los golpes en las costillas", detalló el hombre. En cuanto al yerno, esta mañana acudió a un centro de salud para hacerse radiografías y comprobar si tiene lesiones. 

Capra aseguró que hizo la denuncia policial, pero que hasta la mañana del martes no había tenido novedades. “Mucha gente en el barrio no denuncia por miedo, pero me parece que eso tiene que cambiar”, dijo.

Robos diarios
“Hace dos años que estamos en este barrio, hice un esfuerzo terrible para poder venirnos acá con algo propio y tenemos que estar viviendo así. Los robos son cosa de todos los días acá, pero con esta violencia no había pasado. La Policía los detiene y los fiscales no hacen nada, los tienen que soltar porque son menores”, contó angustiado.

“No sos dueño ni de salir de tu casa. Cuando voy a trabajar, ¿con qué seguridad dejo a mi familia en mi casa?”, concluyó.