Tras la detención del subjefe de la Policía de Córdoba, Alejandro Mercado, por presunto encubrimiento de financieras ilegales, el ministro Juan Pablo Quinteros lamentó el grave hecho aunque descartó que hay una corrupción estructural dentro de la fuerza.

En una entrevista en El Show del Lagarto, el funcionario dijo: “La Policía es el corazón del sistema de seguridad pública. Si funciona mal, vamos a tener problemas”, sinceró. Eligió hablar de “tormentas” para definir la situación de Mercado y aseguró que no conocían de la investigación en su contra. “Contaba con una foja de servicios intachable, con el apoyo del Ministerio Público Fiscal, nada hacía pensar que podía tener este desenlace”.

En cambio, sí aclaró que del comisario Cristian Cabrera -otro de los detenidos- tenían conocimiento de que estaba siendo investigado: “Inmediatamente fue licenciado. Lo apartamos hasta el día martes que a las 6 de la mañana me anotician que se estaban realizando allanamientos y que uno de los allanados era el subjefe de Policía”.

Sobre Galería Norte, apuntado como el lugar donde operaba la presunta asociación ilícita, subrayó que “no existen zonas liberadas” y que estaban trabajando en ese lugar, aunque reconoció que si van hoy no van a encontrar nada “porque hace días se habla de este tema”.

Contundente defensa 

La defensa de Quinteros a buena parte de la Policía de Córdoba terminó en un marcado elogio al todavía jefe de la fuerza, Héctor Gutiérrez. “Yo tengo el mejor jefe de Policía que puede tener y que ha tenido en los últimos años. Lo garantizo. Ético, decente, profesional, trabajador, comprometido”.

Al mismo tiempo, anticipó que vendrán “embates muy duros desde la propia fuerza y desde la política, desde afuera” y cuestionó a la oposición, que horas antes pidió su renuncia. “Si ellos tienen una propuesta mejor de seguridad no la han presentado”, ironizó, y en otro tramo de la entrevista insistió: “La política va a saltar, van a saltar sectores de poder que no estaban acostumbrados a que los investiguen. ¿O cuando nos metemos con las fiestas clandestinas no nos metemos con empresarios que mueven millones?”.

El ministro también descartó que cuestiones salariales terminen en escándalos de policías corruptos. Sostuvo que hoy los agentes “pueden vivir con su sueldo” y que “aún si esto estuviera por debajo tampoco justificaría una desviación de la conducta”.

“¿Si esto se puede cambiar? Yo estoy convencido que se puede. Las operaciones todavía no han comenzado, van a empezar muchísimas, porque la interna es grande, la política mete la cola y no para ayudar, sino para destruir”, advirtió.

Cambios

Al repasar lo que va de su gestión, Quinteros resaltó que “sí nota un cambio” y que cuando asumió “la Policía era intocable, nadie se quería meter”.

Y recurrió a una charla con su hijo para graficar cómo toma el cargo: “A mí se me va la vida en esto. Mi hijo menor hace un año me dijo ‘termino la facultad y me quiero ir del país’. Yo sentí ni mi hijo cree en la política. Cree en mí, pero cree que este país no va a salir adelante. Sé que me voy a comer las más duras operaciones, me van a lapidar. Pero me la voy a bancar. Para hacer las cosas mal, me voy”