Se trataría de un joven que vive en el mismo edificio donde funciona el negocio y que con un alambre introducido en la ranura de la puerta extraía prendas de la vidriera.

El dueño al advertir el hecho se quedó escondido y lo descubrió dando luego aviso a la policía para que lo detuviera. De esta manera pudo recuperar parte de la ropa robada.