El fiscal de Instrucción de Morteros, Juan Ávila Echenique, espera en estas horas el resultado de informes forenses y de Policía Judicial vinculados al doble homicidio calificado, seguido de suicidio, ocurrido en la ciudad de Morteros este último lunes.

Mientras tanto, el funcionario judicial sigue tomando algunas testimoniales que le permitan esclarecer correctamente por qué Sergio Domingo Galarza, de 43 años, decidió matar a su expareja de 34, Susana Chiappero, y al hijo menor de ambos de 4 años.

El trágico hecho ocurrió en un domicilio de calle Alberdi al 1200 de esa localidad situada al norte del departamento San Justo.

Autopsias

La pareja, que se encontraba separada pero convivían en la misma casa, tenía además otra hija en común, de 10 años, que en ese momento se encontraba en la escuela, y otra de 16 (solo de la mujer, de una pareja anterior), quien se encontró con la trágica escena al llegar a la casa ese lunes.

Primero habría visto a Galarza ya sin vida en el patio de la misma casa. Luego encontró a su madre en una habitación. Esta presentaba dos puñaladas: una de ellas debajo de la mama izquierda que llegó al corazón y le provocó la muerte instantánea y otra en la tráquea. Su hermano menor estaba en otra habitación, también con dos heridas cortantes.

El fiscal Ávila Echenique ya indicó que se trata de un doble homicidio calificado por el vínculo y por violencia de género, seguido de suicidio.

“Ella estaba cansada”, dijo una amiga

Yamila Peirano, amiga de la víctima, dijo a los medios morterenses que la pareja se había separado hacía un tiempo, pero confirmó que vivían en la misma casa.

“Ella lo echaba, pero él no se iba, no lo quería ni ver, pero él no se iba”, insistió la mujer.

Procedentes de la localidad santafesina de San Cristóbal, habían llegado hace un tiempo a Morteros y se dedicaban al trabajo en tambos, además de otras actividades comerciales. Aunque actualmente Galarza también realizaba albañilería.

Peirano contó además que estuvieron juntas el domingo y que fueron al lago porque ella no quería estar en la casa: “Fui al lago con ella (por la víctima) y él daba vueltas con el auto por donde estábamos. A la noche me dijo vamos a comer algo juntas y 23:30 se vino para su casa porque no quería estar con él ni verlo. Ella se cansó de echarlo, pero él no se iba”, reiteró y afirmó: “Jamás imaginé que pudiera pasar algo así”.

Cabe recordar que desde la Fiscalía de Instrucción de Morteros se aclaró el mismo lunes que hasta ese momento no se registraban denuncias anteriores de violencia familiar entre las partes.

En este sentido, la autopsia al cuerpo de la mujer no delata viejas lesiones o golpes, previo al ataque que terminó con su vida y la de su pequeño hijo. Habrá que determinar si el hombre ejercía anterior a lo sucedido otro tipo de violencia.

Por otro lado, intervino la Senaf en relación a las dos menores de 10 y 16 años que quedaron huérfanas, las que se encuentran al resguardo de una familiar directa.