El juez federal de Villa María, Roque Rebak (subroga a Pablo Montesi en San Francisco) decidió la detención este martes por la noche de Elías Argüello, presunto líder de una secta que funcionaba en nuestra ciudad y que está acusado de explotar laboralmente, al menos, a tres personas en dos de sus emprendimientos, uno relacionado a la panificación y otro al mercado inmobiliario. Estas ya fueron rescatadas. 

La investigación lleva varios meses pero salió a la luz a fines de diciembre del año pasado, cuando se llevaron adelante una serie de allanamientos, entre otros, en el domicilio que esta persona tiene en el barrio privado Ayres del Golf, donde participaron efectivos de la Policía Federal de San Francisco. También en la ciudad de Córdoba, donde existe una conexión con esta causa.

La denuncia, en tanto, fue realizada por la hermana de una de las víctimas ante la delegación local de la Policía Federal y también a través de la línea telefónica 145.

La fiscal federal de Villa María, María Marta Schianni, quien llevó adelante la investigación en el último tiempo, confirmó a El Periódico la detención y aclaró que la imputación es por “trata agravada por ser un líder de un culto y también por la pluralidad de víctimas que son más de tres”. Asimismo, se le suma “la pluralidad de intervinientes que son más de tres personas que ejecutaron los hechos” y además porque se consumó la explotación, que es otro agravante.

Schianni sostuvo que la condición de líder de culto religioso le resultó fundamental al detenido para captar a sus víctimas, a quienes luego hacía trabajar en pésimas condiciones, con jornadas bastantes extensas en horario y con una retribución prácticamente nula o muy ínfima.

El porqué de la detención

En diciembre pasado, la Justicia luego de los allanamientos halló prueba clave para llegar hoy a esta detención, entre ellas intervenciones telefónicas que reafirman la hipótesis de la fiscalía sobre el delito de trata de personas con fines de explotación laboral.

“Nuestra hipótesis es que se trata de una secta por la forma de operar con relación a los fieles que van captando. Hacen todo lo posible para desvincular a las víctimas de su red de contención y sociabilización, es decir, a sus amigos y familiares, utilizando discursos que tenían connotación religiosa”, explicó la fiscal a este medio.

Schianni resaltó que se trabajó en conjunto con Protex, un área dependiente de la Procuraduría General de la Nación que se especializa en casos de explotación.

Cabe indicar que la fiscal ya había pedido anteriormente la detención de Argüello, al considerar que éste llevaba adelante “maniobras sumamente graves”, aunque el juez federal no lo entendió así hasta esta noche.

“La fiscalía pidió de manera fundada la detención ante el riesgo que significaba que esta persona siga en libertad para la investigación y las víctimas, ya que seguía influyendo en ellas. Valorando los nuevos elementos, el juez ordenó la detención”, aclaró Schianni.