Daniel "el Mono" Brandan (42) fue condenado este miércoles a cuatro años de prisión, en lo que fue el primer caso de "grooming" que llegó a juicio en nuestra ciudad, al estar acusado de haber acosado a una menor de 10 años a través de su teléfono celular vía WhatsApp. 

Brandan se encuentra preso desde octubre de 2017 en la cárcel de nuestra ciudad y fue defendido por el asesor letrado César Testa. 

Elizabeth, la mamá de la niña de 12 años en la actualidad, que en 2017 fue víctima de esta persona, había pedido enla previa que Brandan permanezca detenido por la seguridad no solo de su hija sino de muchas niñas de San Francisco.

Sin embargo, la pena no la dejó conforme: "Estoy tratando de procesar el fallo, pensé que le iba a dar más años. Ya lleva dos detenido, por lo que no falta mucho para que salga", sostuvo a El Periódico la mujer a la salida de tribunales luego del juicio de instancia privada.

"Tengo una mezcla de sensaciones, tengo incertidumbre pero también estoy enojada. Cuando salga pensaré en cómo nos vamos a cuidar", agregó en temor a represalias de parte de Brandan. 

Brandan accedió a un juicio abreviado en el que se declaró autor del hecho que se le imputa.

El caso: mensajes subidos de tono y continuos

Según la denuncia de esta mamá, por más de un mes el hombre le envió mensajes y audios con fuerte contenido sexual a la niña. Gracias a la intervención de la familia de la víctima, pudieron interceptarlo y hacer que la Policía lo detenga.

En diálogo con El Periódico, Elizabeth relató en esa oportunidad cómo se desarrolló esta odisea que finalizó con la detención de Brandan. Aseguró que todo comenzó el 12 de septiembre de 2017 y que su hija por ese entonces tenía un celular con diez contactos. “Ese día le llega un mensaje, ella le pregunta quién era y le responde que era Daniel. Se quiso hacer pasar por un compañerito, pero por cómo escribía mi nena me dijo: ‘Mirá mamá por cómo escribe no es él’”, contó.

Desde ese momento la mamá resguardó el teléfono. “Los mensajes empezaron a ser más subidos de tono, pidiéndole fotos, que quería ser su novio, le preguntaba qué ropa tenía puesta. La que respondía los mensajes era yo”, expresó.

La mujer presentó las capturas de pantalla de los mensajes y los audios en una denuncia a la Policía. Desde la Unidad Judicial le dieron dos consejos: “Que resguarde a la nena y que no pierda el contacto con esa persona, para tener una posibilidad de atraparlo”, recordó.

La familia de la menor intentó arreglar un “encuentro” para dar con el hombre, pero este no se presentó.

Siempre en la escuela

Los mensajes para poder dar con el presunto acosador continuaron, hasta que en un momento éste le envió una cuenta de Facebook para que la nena lo agregue como contacto.

“Cuando nos pusimos a ver tenía nueve perfiles y todas las amistades que tenía eran solo chicas. Pero cuando vi su foto, me di cuenta que lo veía continuamente parado afuera de la escuela Río Negro”, manifestó la mamá.

Un jueves por la tarde, la mamá volvió a cruzar a Brandan, pero esta vez intervino un familiar que enterado de toda la situación acorraló al hombre y junto con otros vecinos lo pudieron retener hasta la llegada de la Policía.

“Cuando le sacamos el teléfono vimos que tenía muchos chats abiertos con otras nenas y entre ellos figuraba la mía”, aseveró la mujer.

La investigación la llevó adelante el fiscal de Delitos Complejos Bernardo Alberione, quien imputó a Brandan como supuesto autor del delito de grooming.

Grooming

Se refiere a la acción deliberada por la que un adulto busca acosar sexualmente a un niño o niña mediante el uso de Internet u otros programas de mensajería.