Crimen en Gualeguaychú: el padre de Nahir será investigado por la policía
El oficial Galarza había sido llevado a juicio por homicidio en 2004
La policía de Entre Ríos inició una investigación para establecer cómo el arma del efectivo de esa fuerza, Marcelo Galarza, terminó en poder de su hija, Nahir, de 19 años, detenida por el asesinato de Fernando Pastorizzo. Ahora, la División de Asuntos Internos quiere saber en qué circunstancias el arma destinada al oficial principal terminó en poder de la joven. Y no es la primera vez que Galarza aparece en un expediente policial.
Galarza fue investigado dos veces en su accidentada carrera. Una de ellas terminó en un juicio oral y público, donde el padre de Nahir fue sentado en el banquillo de los acusados por el crimen a quemarropa de un hombre.
El otro caso por el que se lo investigó es por el robo de armas secuestradas a cazadores cuando Galarza prestaba servicios en la Dirección de Prevención de Delitos Rurales. Una fuente policial consultada por LA NACION dijo que esa causa aún sigue abierta en Gualeguaychú.
En el año 2004, Galarza fue llevado a juicio por ejecutar, ocho años antes, el disparo de escopeta que terminó con la vida de Claudio Marcelo Cañete, un hombre de 32 años al que se lo acusaba de vender drogas en Concordia.
En ese juicio, la fiscalía consideró que las circunstancias en que se produjo la balacera que terminó con la vida de Cañete no ameritaban peligrosidad. El fiscal consideró que "la acción del policía conformó una reacción desmedida", y requirió que se lo condenase a diez años de prisión por homicidio simple. Sin embargo, el tribunal integrado por conjueces decidió absolverlo, aunque el trámite abrió un prolongado paréntesis en la carrera policial de Galarza.
El padre de Nahir fue a radicarse en Nueva York, entre los años 1990 y 1992, bajo la idea de buscar "un cambio social y económico". Su prolongada ausencia motivó el pase a retiro obligatorio sin goce de haberes a partir de marzo de 2000. Sin embargo, extrañamente en el año 2006 la propia Jefatura de Policía gestionó la reincorporación de Galarza al servicio activo. Es hoy un oficial de escasa trayectoria en el escalafón, aunque de buenas relaciones con importantes jefes. Presta servicios especiales en la Jefatura Departamental de Gualeguaychú.