Según la defensa del acusado, ninguna de las dos chicas estaba en una situación de debilidad. De acuerdo a lo relatado por el acusado, ambas le "dijeron que eran universitarias y que optaron por la prostitucióncomo medio de vida" . El acusado cuestionó el origen de la causa que se inició a raíz de una cámara oculta de un programa periodístico.  Pero para la justicia "el imputado obró con total libertad al determinar su conducta, y en nada influyó el posterior actuar de la producción del programa, tendiente a lograr la comprobación de un delito que ya estaba en marcha".
Según el fallo, MCJ "ya había sido captada en su voluntad para viajar a Chile a ejercer la prostitución, cuando posteriormente y por otro motivo, se entrevistó con Marcelo Castro (del programa periodístico), quien la alertó sobre los posibles peligros del viaje que estaba a punto de realizar. Esta circunstancia llevó a la joven a prestarse a efectuar la cámara oculta para el programa ADN". Las víctimas ya estaban a bordo del colectivo y en pleno viaje, y la posterior actuación del equipo periodístico y del personal policial impidió la concreción del traslado, al interrumpirse el mismo en las cabinas de peaje de Bower, dándose inmediata intervención a los órganos jurisdiccionales correspondientes. (Agencias)
Las damnificadas, si bien ambas fueron estudiantes universitarias, "pueden ser consideradas en situación de vulnerabilidad  pues, de acuerdo a las difíciles circunstancias económicas y familiares que les tocaba atravesar, se encontraban en serias dificultades para procurar el sustento de sus respectivas familias, ya que se trataba de dos chicas jóvenes, ambas con dos niños pequeños a quienes debían mantener", dice el fallo.