Faustino Rizzi (Enviado especial a Córdoba)
@faustinorizzi

El comienzo de la segunda semana en el juicio por la muerte de Mariana Ellena tuvo en su tramo final la parte más importante, con la presencia de Brenda Andrade Salas, la joven que iba como acompañante en el Fiat 147 blanco que embistió a Mariana, y luego con el pedido de incompetencia hacia el juez planteado por el abogado de la familia Ellena, Carlos Palacio Laje

En concreto, Palacio Laje solicitó la incompetencia del juez correccional Armando Angeli para juzgar el hecho, ya que consideran que las acusaciones deben ser caratuladas como "homicidio con dolo eventual" y no como "homicidio culposo". En el primer caso, las penas previstas van de 8 a 25 años, lo que supera la competencia del juzgado correccional y debe ser tratado por una cámara de crimen. Si bien el juez Angeli denegó el pedido por considerarlo extemporáneo, no descartó que la querella o la fiscalía hagan una "acusación alternativa" o que el mismo juzgado se declare incompetente en virtud de las pruebas que se ventilan en el juicio.
Y, tal como lo señalaron antes de comenzar las audiencias, la familia Ellena, como parte querellante, muy probablemente insistirá con el cambio en la acusación ya que consideran que hay elementos para probar el "dolo eventual". También el fiscal Aldo Patamia reiteró que no descarta hacer ese pedido. Esto podría darse en la próxima jornada del juicio, que se reanudará el viernes.

No declaró la acompañante
Una de las testigos que se hizo presente hoy fue Brenda Andrade Salas, la mujer que en aquella trágica noche del 2 de septiembre de 2011 iba como acompañante en el 147 que conducía el principal acusado, Catriel Maximiliano Bertorello, y que arrolló a la joven sanfrancisqueña.
Sin embargo, optó por no dar su testimonio ya que el juez entendió que la ley se lo permite por el vínculo familiar que tiene con Bertorello (tienen una hija, aunque no son pareja). El abogado de la familia Ellena consideró que tal derecho no se aplica en este caso ya que no hubo convivencia con el acusado, entre otras razones. El fiscal le recordó que también podía declarar a favor del acusado y sobre otros elementos, ya que fue testigo directo. Pero Salas no declaró y luego se mantuvo en la sala hasta el final de la audiencia.

Niega picada
Una declaración importante hoy fue la de un joven que iba en el 147 azul que manejaba Gustavo Gastón Luca, acusado de haber estado participando de una picada con el 147 blanco. Señaló que iba en el asiento de atrás del auto azul y negó que hubieran estado corriendo una picada, ya que iban a unos 40 kilómetros por hora en el bulevar Chacabuco. Relató que el 147 blanco que manejaba Bertorello ya venía a la izquierda de ellos en el tramo desde la Terminal de Ómnibus, por el bulevar Illia-San Juan, hasta Chacabuco, donde doblaron y luego se detuvieron en el semáforo de la calle Corrientes.
Según su relato, cuando ya estaban en Chacabuco miró para atrás al escuchar un ruido y observó al 147 blanco que venía sobre la izquierda, también que vio a Mariana cuando comenzó a cruzar la calle y luego la vio volar alto al ser embestida, y ubicó la caída a unos 10 metros. Cuando el fiscal le preguntó si se habían bajado, sorprendentemente señaló que les pareció "un accidente más" y que se fueron en el auto por la calle Corrientes, sin bajarse a asistir a la joven tal como hicieron muchos que estaban en el lugar.
El testigo también señaló que los dos 147 estaban "planchados" (suspensión baja, más pegados al piso, algo usual en los autos deportivos y que permite mayor estabilidad en alta velocidad) y que el 147 en el que viajaba como acompañante de Luca tenía un "cuentavueltas", generalmente utilizado para medir altas revoluciones en el motor.
En general, aseguró que no le había prestado mucha atención al auto blanco, pero el fiscal le señaló algunas contradicciones en su declaración en la etapa de investigación y la que ofrecio hoy en el juicio. Entre ellas, que hubo un saludo desde el auto azul hacia la mujer que iba en el 147 blanco. Finalmente, rectificó que pudo haber una "seña" como saludo entre la mujer y uno de los ocupantes del auto azul.