El juez federal de Villa María, Roque Rebak, ordenó el pasado viernes que el pastor Elías Argüello, quien se encontraba detenido e imputado por trata de personas con fines de explotación laboral, recupere su libertad al dictarle "falta de mérito" en la causa.

El juez dictó la falta de mérito tanto para Argüello como para el resto de los imputados, una figura que se emplea cuando el juez considera que no hay pruebas suficientes para ordenar el procesamiento ni tampoco para sobreseer a la persona involucrada. De esta manera, el pastor recuperó inmediatamente su libertad. 

Tanto Arguello como los demás involucrados siguen imputados en la causa y la investigación se mantiene, pudo saber este medio por fuentes judiciales. 

Según la imputación de la Fiscalía a cargo de la fiscal María Marta Schianni, Arguello era el líder de una organización religiosa denominada  “Dimensión Cielo”, con la cual explotaban a jóvenes que eran traídos engañados desde distintas partes del país.

La fiscal Schianni, que al igual que Rebak subroga en el caso a su par Luis Viaut (de licencia), tiene ahora un plazo legal para apelar ante la Cámara Federal la decisión del juez, para lo cual puede presentar más elementos que considere de prueba para revocar el fallo. 

Imputados

Argüello se encontraba en la cárcel de San Francisco y era el único detenido que tenía el caso. Está imputado por “trata de persona agravada por ser un líder de un culto y también por la pluralidad de víctimas”, ya que son más de tres. Asimismo, se le suma la “explotación laboral”, que es otro agravante y el delito de “trata con fines de uniones de hecho”.

Además de Argüello, los otros imputados en la causa son Daiana Felizia Herrera, Ricardo Matías Mercado, Marcos Matías Burini “Mateo” y Maximiliano David Mercado alias “Benjamín”. Los dos últimos fueron imputados a fines de abril, mientras que los primeros fueron vinculados a la causa desde marzo.

Sobre todos los últimos pesa la misma imputación como integrantes de la organización y afrontaron el proceso en libertad.

Comunidad religiosa

Según señaló a través de un comunicado el abogado de Argüello, Iván Mochkofsky, se presentaron fotografías  en que a las presuntas víctimas "se las observa compartiendo el mismo nivel de vida y actividades que a los incriminados" y por ello "el Juzgado Federal de Instrucción entendió que no se encontraba acreditada la imputación, razón por la cual ordenó la falta de mérito en favor de todos los imputados y la inmediata libertad de Argüello".

"Desde un primer momento de la investigación, la defensa había sostenido que sus defendidos —lejos de cualquier conducta de trata o explotación laboral— habían elegido junto a las presuntas víctimas formar una comunidad religiosa en la que se compartían viviendas, labores, momentos de ocio y de oración. Por ello sostuvo que se estaba criminalizando a sus defendidos por la sola circunstancia de profesar un culto y llevar un estilo de vida diverso a la mayoría de la sociedad. O, en otras palabras, que se castigando la elección autónoma de una vida en comunidad, regida por normas diferentes, pero igualmente válidas", agregó.

Roles

Según la investigación judicial, Herrera estaba involucrada, junto a su marido, en las maniobras de explotación laboral hacia las víctimas, tratándose estas de dos mujeres que realizaban tareas domésticas, cuidaban a los hijos del matrimonio y que habrían recibido pagas mínimas, además de vivir en condiciones “insalubres”. 

En el caso de Ricardo Mercado, se le atribuye ser socio de Argüello en los negocios relacionados a la panificación e inmobiliarios. Reside en la ciudad de Córdoba y su tarea habría sido “ejercer control sobre las víctimas, diagramar el trabajo y distribuir las tareas, a lo que se le sumaba el manejo del dinero obtenido”, informaron fuentes cercanas a la investigación.

En tanto que, en el caso de Marcos Burini y Maximiliano Mercado están acusados de haber sido parte de la organización para acoger a las víctimas con el fin de explotarlas laboralmente. Además, designaban tareas, manejaban el dinero y controlaban horarios y la producción, según indicaron desde la investigación.

Manifestación

Cabe recordar que algunas personas no se reconocen como víctimas y participaron en marzo pasado de una manifestación frente al Juzgado Federal de San Francisco pidiendo la liberación de Argüello, a quien consideran un referente religioso. Negaron haber sufrido explotación laboral y argumentaron ser parte de una panificadora en Córdoba y otra en San Francisco, de la que “todos eran dueños", es decir, una especie de cooperativa.