Héctor Giusiano terminó salvajemente con la vida de sus abuelos y un tío, a quienes mató con un cuchillo de cocina el pasado domingo en la ciudad de Arroyito. El joven habría dado muerte a su abuela, de 82 años, y después hirió gravemente a un tío, de 62 años, que había salido en defensa de los ancianos, y a su abuelo, de 84 años, quienes fallecieron camino al nosocomio municipal y en el hospital Iturraspe de San Francisco, respectivamente.

Para el fiscal José Argüello, que investiga el crimen, el caso está “esclarecido”. No obstante, ahora se busca conocer cuál fue el móvil. Se habla de consumo de drogas o problemas mentales, por eso Arguello solicitará para los próximos días una serie de peritajes psicológicos y psiquiátricos para tratar de determinar el perfil del acusado.

Primera hipótesis

Según se conoció ayer, Giusiano podría haber abusado sexualmente antes de la mujer, lo que originó la pelea que derivó en los siguientes asesinatos.

El joven de 26 años, que trabajaba en una carnicería, no contaba con antecedentes delictivos y tampoco un concepto desfavorable de sus vecinos. Tras el hecho, de ser condenado, le espera perpetua.