Luciana es la mamá de Mateo, el bebé de 4 meses que fue arrojado por la ventanilla de la camioneta de sus padres en el marco de un violento robo ocurrido en Ramos Mejía (Buenos Aires) durante la noche del domingo pasado: "No les importaba nada, sólo querían robarme el auto", comenzó su escalofriante relató la mujer, quién además añadió que los malvivientes: "Eran unas criaturas de 18 años".

"No les importó mi pedido para arrojar al bebé que estaba con las medidas de seguridad en el auto", comentó la nerviosa mujer y agregó, dramática: "Lo tiraron como si fuera una bolsa".

Además, Luciana se mostró muy molesta con la Policía, que le sacó una foto a su hijo y la difundió por los medios "en lugar de buscar a los delincuentes". Además, aclaró ella no llamó a los medios y añadió que, en el dramático momento: "La ambulancia no vino. La policía, en lugar de buscar a los delincuentes, difundió la imagen de mi hijo en la televisión. Lamentable. Nosotros trasladamos al bebé".

La mujer salió a hablar con los medios un poco más tranquila, ya que Mateo evoluciona bien, aunque sigue en terapia intensiva pediátrica: "La tomografia salió bien", contó su mamá.

Al voleo

"No podría describir a los delincuentes, estaban a cara lavada, sin gorra, venían caminando por la calle, buscando la ocasión. Para mí fue al voleo", arriesgó la joven madre, que contó que los delincuentes "estaban armados" y que la amenazaron aún cuando ya habían conseguido lo que buscaban: "Después que le doy la llave del auto, sacó el arma igual".

En el momento en que sucedió el hecho, Luciana narró que "lo único que atiné fue a correr,a levantarlo, lo agarré, salí corriendo a los gritos de que me ayuden. Salieron todos los vecinos que llamaron a la policía y la ambulancia". 

El hecho ocurrió alrededor de las 22.30 de la noche del domingo y contó con la fatalidad que el marido de Luciana no atendió el teléfono para recibirla: "Yo siempre llamó a mi marido cuando llegó con la camioneta, pero esta vez tuve la mala suerte que no me atendió", lamentó.

"A mi hijo lo tiraron a la calle con la silla de protección, yo estaba corriendo el auto porque se llevaban a mi bebé. Yo le pongo la pierna a la silla y el bebé salió despedido y empezó a rodar. Por suerte estaba llorando, no paraba de llorar. Ahora sigue en observación y en terapia. Recién ahora,cuando la tomografía salió bien, se volvió a alimentar. Yo lo amamanto, nada más", remarcó.

"Lo que pasó fue terrorífico. Ahora, cuando yo cierro los ojos veo a mi hijo saliendo despedido del auto. Es lo único que recuerdo", cerró.

Fuente: Crónica.