Minutos después de haber atropellado a Genaro Fortunato (25), Julieta Silva (30) habló por teléfono con su entrenadora de hockey y amiga, Silvia Ballarini, quien en su declaración durante el juicio contó que la mujer le dijo “atropellé a Genaro y creo que lo maté”.

En el juicio por la muerte del rugbier, en Mendoza, declararon este miércoles amigos de la imputada Silva y de la víctima, que compartieron esa noche en el boliche La Mona.

Silva arrolló con su auto a Fortunato cerca de las 5 de la mañana del 9 de septiembre de 2017, y minutos después se comunicó con Ballarini para contarle lo sucedido. La entrenadora relató que estaba durmiendo cuando recibió un llamado del exmarido de Silva pidiéndole que se comunique con la mujer, porque había recibido un llamado suyo y no podía acudir al lugar porque estaba cuidando a los dos hijos que tienen en común.

“Me pidió que llamara a Julieta porque ella lo había llamado llorando por lo sucedido y que él no podía ir hasta el lugar del accidente porque estaba cuidando a los chicos”, dijo Ballarini. Hasta ese momento, según consta en una grabación al 911, Silva decía no saber a quién había atropellado. 

Testigos presenciales dijeron que la mujer nunca se acercó a su novio, y que se resguardó en el interior del auto que había quedado varios metros más adelante, según reproduce Clarín.

La amiga de Julieta dijo que Genaro era muy celoso, y que durante dos semanas seguidas iba a los entrenamientos de hockey “y se quedaba en el auto mirando a Julieta”.

Otro testigo

Otro de los testigos que declaró en la audiencia fue Sebastián Zúñiga, exjugador de Huracán de San Rafael y amigo de la pareja. Según su relato, “Genaro estuvo nervioso toda la noche”, situación que atribuyó a la presencia de Martín Maure, uno de los mellizos con los que había tenido fuertes cruces esa madrugada.

“Julieta hablaba con uno de los mellis y Genaro estaba enojado atrás”, aseguró y agregó: “El melli me contó que iba pasando y Genaro lo insultó”.

El trasfondo del planteo de Guzzo tiene que ver con contrarrestar la estrategia de la defensa vinculada a la dificultad visual de Silva. Respecto al hockey, en su alegato el fiscal indicará que Silva -sin lentes- practicaba ese deporte en horario nocturno y "no tenía inconvenientes en divisar la bocha".
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Fuente: La Voz del Interior