Cuando la pasión por los fierros se comparte con amigos: "El objetivo es ir a divertirme y a pasarla bien"
Los Troncos es una de las categorías de automovilismo zonal más convocante. Nicolás Borgogno es uno de los pilotos locales y contó su experiencia que se transformó en un espacio que rinde culto a la amistad y la familia.
La categoría Los Troncos es una de las más convocantes del automovilismo zonal con amplio protagonismo de pilotos locales de San Francisco y Frontera. Se trata de una competencia con circuitos de tierra que se desarrolla principalmente en Esperanza y San Jerónimo Norte.
Nicolás Borgogno es uno de los pilotos de la legión sanfrancisqueña que se sumó este año al certamen que también rinde culto a la amistad y la pasión por los fierros. Borgogno supo correr en alguna oportunidad el Rally de San Francisco (y el Rally cordobés) hace unos años atrás con Eduardo Borgogno (su padre) como navegante, lo hacía -y lo hace- con el mero objetivo de disfrutar de la adrenalina de las carreras y compartir el fin de semana con amigos y familia, según comentó.
“Mi idea surgió en una peña, en un grupo de amigos, hemos comprado un Fiat 128 para correr en pista, me había tocado manejado a mí, corrimos dos carreras, después lo manejó otro muchacho y así arrancó más o menos el automovilismo, también gracias a mi viejo fue la pasión heredada. Este año me sume a Los Troncos, arranqué por medio de un amigo muy cercano que está corriendo ahí ya hace cinco años, ya hay unos siete piloto más de la ciudad que están corriendo. Mi viejo iba siempre a verlos, yo también iba y un día me dije ‘quiero correr yo también’. Hablando con Nicolás Ricca buscamos un 128, a mi viejo medio que no le gustaba la idea, pero terminó siendo un regalo de él. Es un auto que el año pasado había salido campeón en esa categoría, estaba bien armado, estaba bueno y lo terminamos comprando. Tampoco quería comprarme un un super auto, la idea era correr cuando pueda porque a veces se me complica por el laburo. Este año ya corrimos dos carreras y vamos a ver qué pasa de acá a fin de año”, comentó.
Para Borgogno la idea es divertirse entre amigos y familia, más allá del objetivo obvio de terminar la carrera en el mejor lugar posible. “Lo que tiene esta competencia es que hay varias categorías con diversas variedad de autos; Turismo A que son autos con tracción trasera, Dodge 1500, la Fiat 125, está el Turismo C -que es en la que estoy yo- que hay sólo Fiat 128 y hay un Fiat Uno, Turismo A donde corre Alejandro Messa que también son 128 y Fiat Uno porque ya son con otro tipo de motores, más preparados, después el Promocional con Fiat 600, ahí corre Pablo Giecco, el TC 4000 donde hay Falcon, Chevy, el TC 2000 con Renault 18, VW Gol, Fiat Tempra y los que tiene que es muy familiar, uno va a la carrera y ve a todo el mundo en familia o con amigos compartiendo asado, charlas. Los días domingo se llena, meten entre 4 mil y 5 mil personas por carrera entre público y la gente que va a correr. Es divertido, pero me gustó porque es una categoría familiar donde todo se comparte y la atención los directivos”, señaló Borgogno.
Una de las grandes ventajas de correr en Los Troncos es que los circuitos están en Esperanza y San Jerónimo Norte, distancias cortas para recorrer y poder participar, algo que de alguna manera permite planificar el presupuesto. “Eso lo lindo también, que a lo mejor no hace falta que te vayan los días viernes como en otras categorías, con irte el sábado a la mañana o el sábado a la tarde podés participar lo mismo, es una categoría ‘barata’ (si no rompés auto - risas-), tenemos un grupo de amigos de San Francisco donde compartimos asados todos juntos con pilotos, mecánicos, todos de San Francisco”, expresó Borgogno.
- ¿Cómo son los circuitos? Vos tenías experiencia en tierra…
Son de tierra, es totalmente distinto las pistas de cemento, yo tuve algo de experiencia en tierra en el Rally, pero nada que ver una cosa con la otra. Yo le decía a los muchachos, en el rally vos vas corriendo solo, largas solo y corrés solo y acá cuando largás ténes 15 autos atrás tuyo o 15 delante tuyo, es otra cosa. Llegás una curva y entrás todos juntos, apretados. Hacía 10 años que no me subía al auto y eso te da un poco de ese miedo, pero hay que acostumbrarse y animarse.
- ¿Quién te prepara el auto?
Le compré el motor a Luciano Bornia, me lo atienden Pato Dutto, Matías Beltramo y ‘Toti’ Vidal, que son los que dan una mano; me lo arman y me lo preparan en su taller. Después me dan una mano mis amigos, un grupo que nos llamamos ‘La Ranchada’ -risas- que son pilotos, mecánicos de San Francisco. Son los que me impulsaron también a correr, la primera carrera que debuté estuvieron muy arriba mío, tranquilizándome, disfrutando, explicándome y dándome todo el apoyo.
“Son motores 1.4 con una pequeña mejora en la leva, son casi standard. Es lo que te permite mi categoría, en otras tenés preparación libre. Los repuestos se consiguen y si no conseguís acá lo mandas a pedir como por ejemplo un embrague reforzado, pero se consigue todo”, dijo Borgogno.
- ¿Qué significa para vos volver al automovilismo?
Lo hago para desenchufarme un poco del laburo, es lo que más me tranquiliza, me desenchufo un fin de semana, me subo arriba el auto con la condición siempre de divertirme, de tratar de llegar, uno siempre quiere ganar, pero me falta mucho todavía por aprender. Salgo con la mente tranquila a disfrutar y probando vuelta tras vuelta arriesgando un poco más, acelerando, calculando el frenado más cerca o más lejos de la curva, doblar de una forma o doblar de otra . Ni hablar que largás con nervios, con miedo, pero salgo con la cabeza pensando en disfrutar lo que me gusta.
Sorteo. “Los sábados son días de pruebas, hacen tres tandas de prueba a la mañana y la tarde. El domingo arrancan 8:30 de la mañana con las finales y la serie que es por sorteo, te puede tocar primero, segundo o último”, contó Borgogno.
- ¿Cómo te fue en estas primeras carreras?
En la primera carrera que me subí y no tenía mucha experiencia en la categoría porque no lo pude probar, no conocía el circuito tampoco, no me fue bien, pero por lo menos me divertí, ya la segunda carrera que fue en el mismo lugar (Esperanza) conocí un poco más el auto, me jugué un poco más, pero la idea mía, mi objetivo es ir a divertirme y a pasarla bien. Si puedo ganar obvio que me gustaría o estar en el podio, pero es tratar de llegar de llegar.