La historia detrás de las tres cuchas de cartón donde duermen tres perros callejeros
Las casitas lucen frente a la fachada de una vieja casona de calle Mitre al 100, aunque en un primer momento estaban ubicadas en frente. ¿Quiénes fueron los creadores? ¿Por qué lo hicieron?
Tres perros comunitarios buscan resguardarse del intenso frío cada día dentro de cuchas recicladas, elaboradas con cartón y recubiertas con un nailon en cuyo interior hay frazadas.
Las casitas lucen frente a la fachada de una vieja casona de calle Mitre al 100, aunque en un primer momento estaban ubicadas en frente, en el ingreso al inmueble donde funcionó por muchos años el Registro Civil.
¿Quiénes fueron los creadores? ¿Por qué lo hicieron? El Periódico contactó a uno de ellos, Lucas Baldisarri, quien junto a Martín del Porto, ambos compañeros de trabajo en la firma Distribuidora Urbana –ubicada al lado de donde están las cuchas- decidieron hacer algo para resguardar a los canes del frío.
“Empezamos haciendo una, luego fuimos sumando las otras. Parece que los perros se pasan la bola y van apareciendo”, dice entre risas Baldisarri, quien contó que cuando empezó el frío veían junto a Martín cuando llegaban temprano a la mañana al trabajo a los perros durmiendo a la intemperie y temblando sobre la vereda.
“Dormían en el pasto y dijimos de hacer unas cajas provisorias como cuchas y ponerles unas colchas. Yo las forré con nailon por la lluvia, para que duren. Hicimos dos y las pusimos en el ex Registro Civil, pero ahí empezaron a hacer trabajos de refacción y las corrieron. Según me dijeron se las terminó llevando una mujer”, contó.
Ante ello, el dúo decidió fabricar otras dos casitas de cartón nuevas pero debieron sumar pronto otra ya que un perro apareció en la zona en busca de algo de calor.
“Decidimos hacerlo porque las veíamos cada día con mucho frío, temblando en el pasto. Además le compramos comida y otros vecinos colaboran porque les compran comida y le dejan agua, también les ponen otras colchas”, señaló Baldisarri.
Movilizados
El joven de 31 años mostró su amor por los animales. Contó que vive en un departamento pero que no puede adoptar ninguno de estos animales ya que no se lo permiten donde vive. Sí aclaró que su madre tiene en su casa un gato y un perro que fueron rescatados de la calle.
“Al que le gusta los animales no le es ajeno una situación así. Cada vez que veo uno en la calle le doy un mimo, a mí me moviliza y decido hacer esto que no es mucho”, agregó y agradeció a “Luchi”, una mujer que pertenece a un refugio de mascotas y les da una mano importante.
Sobre las dos perras y el perro que allí viven, Lucas describió: “Se nota mucho que sufrieron violencia, al principio cuando las queríamos acariciar querían morder. Una de las perras es buenísima pero muy temerosa y desconfiada. Se nota que son perros que sufrieron maltrato. Al darle una caricia entienden que no todos quieren lastimarlas”.
Por último, Baldisarri dijo tener esperanzas de que alguien los adopte: “Ojalá puedan conseguir su casita, sé que es muy difícil. Pero son buenísimas”, cerró.