En medio de un escándalo, cuando la oposición abandonó el recinto, y con el número justo; el kirchnerismo convirtió en ley el derecho al voto para ciudadanos entre 16 y 18 años.

El proyecto, que había sido aprobado por una importante mayoría en el Senado, ayer fue debatido durante más de ocho horas en la Cámara Baja.

Cuando habló el jefe de La Cámpora, el diputado Andrés “Cuervo” Larroque, aludió insidiosamente a uno de los partidos de la oposición: “Yo sabía que había un socialismo utópico y un socialismo real, pero no un narco-socialismo”.

La agresión motivó una reacción airada de todo el arco opositor, que comenzó a retirarse del recinto con fuertes imputaciones.

El exabrupto de Larroque, que aludía a los hechos ocurridos en Santa Fe con la detención del jefe de policía por vínculos con el narcotráfico, le dio argumentos a la oposición para dar por cerrado el debate.

Fuera de sí, Larroque fue por más y acusó a todos los opositores de “esclavos de las corporaciones”.

La presidencia de la Cámara perdió entonces el control de la sesión. Mientras las barras kirchneristas entonaban cánticos contra la oposición, desde el estrado, el conductor del debate les decía: “Chicos, silencio por favor”.

En ese momento sólo quedaron 110 diputados en el recinto. El titular del bloque K, Agustín Rossi salió urgente a los pasillos a buscar los legisladores faltantes para el quórum.

Regresó con el número justo, visiblemente ofuscado con sus pares de La Cámpora y pidió rápidamente la votación.

De ese modo, la reforma electoral que había promovido fuertes divisiones en los adversarios del Gobierno, terminó siendo aprobada con 131 votos favorables, dos negativos y una abstención.

Puntos principales. En resumen, a partir de la sanción de esta ley, el Código Electoral Nacional considera electores a los argentinos nativos y por opción, desde los 16 años y los argentinos naturalizados, desde los 18. Los nuevos votantes figurarán en el padrón electoral de todas las elecciones nacionales y podrán sufragar únicamente en la mesa receptora de votos en cuya lista figuren asentados, y con el DNI. Si no concurren a votar, no tendrán sanción, ya que sólo se impondrá una multa a los electores que no emitan su voto.