El promedio de denuncias de violencia familiar en nuestra ciudad es de 15 cada mil habitantes. Así lo reveló un informe elaborado por el Centro de Estudios y Proyectos Judicial del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba (TSJ), que además destacó que durante el año pasado, en toda la provincia, ingresaron 37.673 denuncias por episodios de violencia familiar. Esta cifra implica un aumento del 10,44% con respecto al año 2012, cuando se registraron 34.113 presentaciones.

De total de denuncias, el 54% fueron efectuadas en sedes judiciales del interior provincial, más precisamente 20.465. De esta cifra, 942 corresponden a San Francisco, que forman parte de las 1.772 del departamento San Justo. Aunque hay más casos que no se denuncian.

María Alejandra Karlen, licenciada en Psicología y perito psicóloga oficial de los Tribunales locales, explicó a El Periódico que las estadísticas de la violencia intrafamiliar se mantienen a lo largo del tiempo en nuestro medio y que sólo un porcentaje de los casos entran al sistema a través de la denuncia, mientras que el resto forma parte de una cifra negra no denunciada. Además informó que los mayores ingresos se dan en el plano de la mujer golpeada (es el 75% de las denuncias), siguiendo los delitos cometidos en menores y en niños testigos de violencia.

“La violencia conyugal es en la mayoría de los casos del hombre agresor hacia la mujer víctima, ese vínculo se basa en un modelo de alta dependencia y sumisión por parte de la víctima, y dominación y autoritarismo por parte del victimario. Es la mujer quien se encuentra en mayor desventaja y vulnerabilidad en comparación con el hombre”, sostuvo Karlen.

La psicóloga agregó que el 23% de las denuncias corresponden a casos de violencia recíproca o cruzada. “En estos casos no habría víctima ni victimario definidos como sucede normalmente, sino que ambos profieren violencia sobre el otro, sin discriminar si es el hombre o la mujer”.

Restricción

Por otra parte, la Justicia de Córdoba dispuso 18 mil medidas de restricción en casos de violencia familiar durante 2013, lo que significa un incremento del 57,3% si se comparan esas cifras con las de 2011. Se trata de la prohibición de acercamiento y de contacto con la denunciante, y medidas de prohibición-restricción. Si se dividen las restricciones dispuestas el año pasado por la cantidad de días, se obtiene un promedio diario de 50 medidas en toda la provincia.

La fiscal de Violencia Familiar, Betina Cropi, sostiene que esas cautelares son “fundamentales” como primeras medidas de protección a la víctima. “Dentro de las medidas, es la primera y de las más suaves. Es el primer escalón”, indicó la funcionaria días atrás al diario La Voz del Interior.

En 2011 se dictaron 11.775; en 2012, 15.332; y en 2013, 18.527. En nuestra ciudad fueron 1.425 las medidas dictadas el año pasado.

Por otra parte, la exclusión del hogar se da en menor medida ya que las agresiones en situaciones de convivencia son menos comunes que aquellas que ocurren cuando ya no se comparte el hogar.

En cuanto a los tratamientos de rehabilitación, se están dictando cada vez más, lo que está vinculado a las adicciones al alcohol y a las drogas como disparadores de violencia.

El informe muestra que los organismos judiciales dispusieron 450 consignas policiales, la mayoría en el interior provincial. Eso quiere decir que se ordenó más de una consigna policial por día por cuestiones vinculadas a violencia familiar. Otro dato llamativo es que hubo 877 incautaciones de armas.

Preocupan las denuncias falsas

En la actualidad, la cantidad de hechos de violencia sufridos son denunciados con mayor frecuencia desde la vigencia de la Ley 9.283, que rige desde al año 2006 en nuestra provincia.

Asimismo, esto generó una importante cantidad de denuncias falsas, especialmente en los divorcios complicados: “Para formular una denuncia no se requiere del aporte de prueba alguna, alcanza con los dichos del denunciante para activar las medidas cautelares tales como la exclusión del hogar conyugal de uno de los cónyuges y/o la restricción del contacto, entre otras. Esta cuestión se convierte en una situación compleja a la hora de evaluar sobre la veracidad de los hechos denunciados, los cuales en gran porcentaje no son reales, o se encuentran distorsionados en términos de magnificarlos, pues el fin último de estas acciones es perjudicar al contrincante con mucho éxito”, indicó Karlen.