Viajar es una buena opción para conocer lugares, acumular anécdotas y descansar de la rutina, sea a la edad que sea.

Contagiados por ese entusiasmo, a La Casa del Jubilado llegan muchas personas para consultar por esa posibilidad, que se brinda desde hace tiempo, aunque para poder convertirla en realidad hay que cumplir ciertos requisitos.

Tal como lo explica René Marengo, vicepresidente de la entidad, el más importante es ser asociado y llevar la cuota al día, ya que, aclara, la asociación civil no es una agencia de viajes y el turismo vendría a ser un beneficio más para sus socios.

Entre los destinos ofrecidos, se encuentran, por ejemplo, Mar del Palta, Carlos Paz, Camboriú (Brasil), Valle Hermoso, Uruguay y Villa General Belgrano. En ciertas épocas, también, suele agregarse Termas de Río Hondo u otras localidades con aguas termales. Son lugares elegidos, además, Bariloche, Mendoza, Cataratas, Salta o el norte argentino.

Una “gran familia”

Con Mar del Plata a la cabeza, siendo la ciudad con mayor aceptación por parte de los turistas de la tercera edad, los viajes suelen ser muy numerosos.

“Cuando tenemos la suerte de completar el colectivo podemos ser 58 pasajeros, aunque a veces el micro se completa con gente de otro lugar”, explica Marengo.

Entre lo positivo de viajar en grupos numerosos está la posibilidad de hacer amigos durante el trayecto y la estadía. “Es propio de un viaje. Cuando se viaja de ida, que nadie se conoce, es todo silencioso. A la vuelta somos casi una familia, hay más intercambio entre los pasajeros. En general, en razón de que viajamos con personas de la tercera edad, estamos un poco más distendidos y a veces aparece por ejemplo el momento de contar chistes y hacer más llevadero el viaje”, cuenta el vicepresidente.

Marengo agrega que si bien cada pasajero cuenta con la libertad de hacer lo que desee durante los días que dure el viaje, “se generan amistades, hubo matrimonios que no se conocían y terminaron siendo amigos, eso se produce”. Y revela que cada viaje deja su anécdota.

camboriu

Pasajera frecuente

Una de las turistas habituales es Susana, que viaja a través de La Casa del Jubilado desde hace cuatro años. Asegura que elige esta opción por los costos bajos y que seguirá viajando bajo esta modalidad.

En su caso, los destinos escogidos fueron Carlos Paz y Mar del Plata. La elección tuvo que ver con que se trataba de lugares que ni ella ni su marido lo conocían.

“Solemos ser 30 o 40, el colectivo va casi completo. Siempre hay alguien que cuenta chistes, que narra historias”, cuenta sobre los viajes.

Este año lamenta que la situación económica no les permita afrontar, por el momento, nuevas vacaciones.

En su experiencia destacó la calidad de los hoteles, la comida y la buena atención. “Todo muy bien, me encantó”.

Primera vez

Por contrapartida para otra turista, también llamada Susana, es la primera vez que realizará un viaje con la entidad.

“Me llegué hasta acá porque me dijeron que se hacen excursiones lindas”, asegura.

En su caso, el destino será Camboriú ya que no conoce Brasil. “Había viajes a Uruguay, Chile, pero ya hace del año pasado que quería ir a Brasil. Me dicen que es muy lindo, que es tranquilo, yo vengo de un año de mucho trabajo entonces quiero relajarme”, expresa.

Y manifiesta que este año la sorprendió la cantidad de opciones en excursiones. “Me gusta conocer, me da lo mismo que haya o no playa. Soy de viajar mucho últimamente. Me gustaría hacer dos excursiones por año”, cuenta.

Susana explica que elegir esta opción se debe a que viajará sola. “Acá hay mujeres solas que van, entonces te ubican juntas y me pareció bueno”.

Y agrega: “No conozco casi nada, viajé muy poco pero ahora viajar está en mis prioridades”.