La Facultad Regional San Francisco de la UTN no escapa a la realidad de todas las universidades nacionales de Argentina, las cuales se encuentran en estado de alerta debido a la crisis presupuestaria que enfrentan.

A ello, este mes se le sumó el incremento en las tarifas de servicios como la luz que, en muchos casos, tendrán que pagar montos exorbitantes.

En el caso de la casa de altos estudios sanfrancisqueña, debieron abonar por la factura de marzo 4.200.000 pesos. Se trata de dos millones y medio más que lo abonado el mes pasado cuando les llegó 1.700.000 pesos.

Claro que no hay que desconocer el impacto inflacionario, pero durante todo el 2023 el costo de energía eléctrica en la UTN San Francisco ascendió los 9 millones de pesos. Este año, en tres meses ese costo supera los 6 millones.

César Mina, secretario administrativo del centro educativo universitario, explicó a El Periódico que “no fue una sorpresa” el monto por todo lo que se venía hablando en la previa y las medidas económicas del gobierno de Javier Milei.

“No nos sorprendió, sabíamos que marzo es el mes pico de consumo porque arrancamos las actividades al cien por ciento e históricamente las temperaturas son altas y hace que tengamos que utilizar los equipos de aire acondicionado, cosa que no pasa tanto en diciembre donde ya venimos con mucho menos actividad”, indicó a El Periódico.

Pensando en lo que viene, Mina manifestó: “Seguramente se usará menos el aire acondicionado, pero sí se utilizará más luz porque anochece antes; en julio cae un poco debido a que hay receso, y ya de agosto a noviembre empieza incrementar. Luego baja el consumo”.

Consumo responsable

Mina destacó que desde 2014, cuando empezó la gestión de Alberto Toloza como decano, hasta 2016, tuvieron picos de consumo eléctrico que pudieron ir bajando mediante paneles solares instalados en el predio de la facultad, a través del trabajo del grupo de energía alternativa.

“Desde 2016, el pico de consumo de la facultad viene en baja cada año, salvando la pandemia que fue particular porque los consumos se redujeron a la mitad. Desde 2021 hasta 2023 tuvimos una reducción de casi el 30 por ciento en el consumo comparado con los años 2016 y 2017. Así y todo, el impacto económico hoy es muy fuerte”, señaló Mina.

Ingresos y estrategias

A mediados de marzo pasado, el Ministerio de Capital Humano de la Nación anunció un aumento del 70% en los fondos destinados a gastos para el funcionamiento de las instituciones, aunque todavía no fue efectivo.

Mina informó que reciben estos fondos nacionales para gastos de funcionamiento cada tres meses.

“Por gastos de funcionamiento, lo que se recibe no llega a 4 millones de pesos, con lo que debemos pagar energía eléctrica, gas, agua, seguridad, conectividad, seguros, mantenimiento edilicio y del predio, todo lo que implica funcionar. Pero con la boleta de la luz ya lo superamos”, aclaró.

Ante la consulta de cómo sobrevivir ante este panorama, el secretario administrativo de UTN San Francisco, respondió: “Hay alguna reserva del año pasado de acuerdo a la previsión que tuvimos porque se anunciaban recortes. Además nosotros generamos algún producido propio con convenios de asistencia técnica o el que tenemos con Uces que funciona en nuestro predio y es un ingreso propio. Pero tampoco esto nos da para funcionar todo el año”.

Con este panorama, ante esta grave situación financiera, los integrantes del Consejo Interuniversitario Nacional convocaron a una marcha para el próximo 23 de abril con el objetivo de visibilizar y buscar soluciones ante este problema.

La boleta de luz y el impacto en otras universidades

La Universidad Nacional de Río Cuarto recibió una factura de luz por 33 millones de pesos, lo cual triplica el costo del periodo anterior: "Es inviable el funcionamiento con estos montos", declaró su rectora Marisa Rovera.

Otro caso similar es el de la Universidad Nacional Villa María, donde según su rector Luis Negretti, sobre 36 millones de pesos destinados a gastos operativos, 20 millones corresponden a la factura eléctrica.