No fue un año fácil para los merenderos de la ciudad, la mala situación económica hizo que se incrementara la cantidad de chicos que asisten a estos lugares. Pese a esto, en una fecha especial como la Navidad, los encargados y colaboradores de estos espacios realizaron distintos festejos y regalos para llevar alegría a sus niños.  

El merendero Milkeñitos de Corazón de barrio La Milka realizó una gran fiesta de Navidad en el Superdomo. Por otro lado, en Caritas Felices de San Cayetano, los chicos se llevaron a sus casas las “botitas” de Papá Noel con sorpresas.

Gran evento

Los encargados del merendero de barrio La Milka pusieron todo su empeño y dedicación para que unos 120 chicos vivan una jornada diferente en vísperas de Navidad.

“Quisimos hacer algo distinto para ellos, que los chicos puedan salir de la rutina y que sientan que se trata de una Navidad distinto”, explicó Matías Maritano, a cargo del merendero Milkeñitos de Corazón.

Gracias a distintas gestiones y a la buena predisposición del municipio, más de 120 chicos que asisten al merendero celebraron las vísperas de Navidad con una gran fiesta que se realizó este viernes en el Superdomo.

Hubo música, comida, gaseosas, cosas dulces y, para el final, regalitos para todos en la que fue la primera Navidad de Milkeñitos como organización. Además `hubo duendes y el mismo Papá Noel entregó regalitos.

Botitas para las Caritas Felices

En el merendero Caritas Felices que funciona en barrio San Cayetano desde hace más de 10 años, se prepararon las botitas navideñas para colocar cerca de los arbolitos.

La idea de Mónica Airaudo, a cargo del merendero, fue de armar unas 30 bolsitas para que cada niño pueda llevar a sus casas algo rico para celebrar las fiestas.

Para la responsable de Caritas Felices este 2016 fue bastante duro de sobrellevar. Meses atrás se brindaba un almuerzo para más de 30 chicos, algunos de los cuales asistían junto a sus padres. Hoy por las dificultades económicas sólo se sirve la merienda y, gracias a donaciones, se les entregan distintos alimentos para que lleven a sus hogares.

“Gracias a Dios la gente es solidaria y podemos mantener esto gracias a las donaciones”, expresó Mónica.