En octubre de 2015, el Juzgado de Niñez, Juventud y Violencia Familiar de nuestra ciudad realizó una inusual publicación en los medios de comunicación locales. Convocó a interesados a “adoptar a un niño de ocho años con condiciones especiales de salud -presenta retraso mental leve en el lenguaje y madurativo, y asiste a escuela especial-”.  

Nancy Mugas (50), madre de cinco hijos y abuela de una nieta, vio el anuncio y esto le partió el corazón. Llamó por teléfono al juzgado para interiorizarse y grande fue su sorpresa cuando supo que nadie se había interesado por la suerte del pequeño.

“Nunca había visto una cosa así, que la Justicia saliera pedir que se adopte a un niño por los medios. Me dolió mucho y fui a ver qué requisitos había, porque nosotros somos una familia ya constituida que alquila un departamento, no tenemos propiedad, así que llamé al Juzgado y me citaron para charlar”, le contó Nancy a El Periódico.

La mujer fue la primera que se presentó para el caso con la intención de ayudar al niño con una guarda provisoria mientras la Justicia esperaba por otra familia que tuviera fines de adopción.

Nuevo hogar

“Le dije a la jueza que probáramos para ayudar al niño, mientras aparecía una familia que lo adopte”, explicó.

Los fines de semana, Santiago –nombre ficticio para resguardar la integridad del menor- comenzó a pasarlos con la familia hasta que en diciembre del año pasado se instaló en el que sería su nuevo hogar. Fue una especie de regalo de fin de año para el pequeño, que recibía la oportunidad de ser amado y contenido.

Una niñez dolorosa

Del pasado de Santiago poco saben Nancy y César-su marido-. Desde el Juzgado les informaron que el pequeño había tenido varios desencuentros con otras familias y que “había sido devuelto”. Además supieron que sus padres biológicos tenían graves problemas de salud.

“No sabemos mucho de sus padres biológicos, sí que cuando era pequeño sufrió mucha violencia”, recordó la mujer. Y agregó: “Desde el comienzo le dije a la jueza que quería ayudarlo no porque tenga una necesidad de ser mamá sino porque me impactó el caso. Él no necesita cosas materiales, necesita una familia que lo quiera y lo cuide”.

Sus días

Santiago va a la escuela a la Asociación Civil APADIM, semanalmente lo asiste un psicólogo y una psicopedagoga. Por otro lado desde hace unos meses comenzó a asistir al Conservatorio de Música, donde toma clases de órgano. 

Todos los miércoles Nancy cruza la ciudad para llevar al niño a disfrutar de la música. “Le encanta la música. Para él es algo terapéutico y además está contenido. También participa de la murga en Apadim”, sostuvo la mujer.

Nancy reconoció que a Santiago le costó adaptarse a los chicos, pero con el correr de las semanas su comportamiento cambió mucho. Ya cuenta con varios amiguitos en el barrio y se lleva muy bien con sus hermanitos.  “Creemos que puede mejorar todavía más”, dijeron desde la familia.

También desde hace unos meses Santiago se encuentra realizando estudios para resolver un problema de salud congénito. “Vamos a buscar por todos los medios que él pueda salir adelante, porque tiene que haber una solución”, se esperanzó la mujer.

En estos días Nancy pidió en el juzgado la adopción definitiva, la idea de la mujer y su familia es darle su apellido, pero todo a su tiempo. “Le vamos a preguntar en su momento. Mientras tanto queremos que él se mejore”, finalizó.

La nueva familia

Nancy y César tienen cinco hijos de 26, 24, 22, 14 y 7 años. Pertenecen a una iglesia evangelista, pero más allá de su fe se trata de una familia de un inmenso amor. Desde hace varios años se ofrecieron como guardas provisorias para otros chicos.

Como muchas otras familias, hoy también padecen los tarifazos en los servicios.  “El drama no es la comida-aseguró Nancy- porque siempre fui guardando; el tema son las cuentas, el alquiler, la luz y el teléfono”.

Repercusiones

Ante la adopción de Santiago la familia ha recibido opiniones encontradas. “Hemos tenido de todo, nos han preguntado cómo íbamos a hacer, que nos iba a cambiar la vida, te cuentan experiencias negativas. Otros nos felicitaron porque nadie hace una cosa así por un chico. Tengo la posibilidad de ayudarlo y no lo queremos dejar, el día de mañana se verá, cuando él sea grande va a saber elegir”, resaltó.