Para Graciela Ravazzani

Para que esto funcione, la clave está en tener bien en claro cuáles son los alimentos que vamos a descartar por un día y cuáles vamos a sumar a nuestra cocina. Si queremos limpiar nuestro organismo debemos olvidarnos del café, el té muy concentrado, el alcohol y de todos los refrescos con cafeína.

También hay que reducir la sal y dejar de lado las especies fuertes como la pimienta, pero podés darle riendas sueltas a las hierbas aromáticas como el laurel, tomillo, romero o el comino y llenar igual tus platos de nuevos sabores.                                   

En este día los alimentos integrales son tus aliados. Con moderación elegí las pastas, panes y arroz integral, ya que aumentan la sensación de saciedad y favorecen a  que comas menos. Las frutas tienen un papel protagonista y debemos aprovechar sus vitaminas, su poder hidratante y su riqueza en fibras y antioxidantes que hacen ver a tu piel cada día mejor. Incorporalas en el desayuno, para almorzar, en la cena de postre y en la merienda.

Las verduras van a completar tu menú. Optá por las de hojas verdes como la achicoria, lechugas y espinaca que tienen una elevada cantidad de antioxidantes y son muy valiosas para depurar al cuerpo de toxinas. También el repollo blanco o colorado, ya que  son ricos en flavonoides y estimulan la acción detoxificante.  

No te olvides de hidratarte con jugos naturales o simplemente agua. Para estar sanas bebé un mínimo de 6 a 8 vasos de agua por día y notá los resultados. Equilibrá las comidas y limpiá tu cuerpo para así estar mejor y reencontrarte con el verano.

DÍA “DETOX”

DESAYUNO: Té verde con pan integral y ensalada de fruta.

MEDIA MAÑANA: Yogur con muesli.

ALMUERZO: Ensalada de escarola, lechuga mantecosa, zanahoria y lentejas. 1 bollito de pan integral. Fruta

MERIENDA: Ensalada de frutas multicolor.

MEDIA TARDE: Té verde y un puñado de frutos secos.

CENA: Ensalada de arroz integral, espárragos, champiñones, rabanitos y repollo colorado. 1 bollito de pan integral. Fruta.