De esta forma, no habrá un incremento generalizado. El aumento impositivo para los barrios que mejoraron su infraestructura rondará el 20 por ciento. No obstante se seguirá aplicando el Coeficiente G, que permite adecuar los montos de las tasas en un contexto inflacionario.

Por otra parte, se aplicaría en la Tasa de Comercio e Industriauna sobretasa de hasta un 20 por ciento a empresas que por su actividad provocan inconvenientes en el tránsito de la ciudad o deterioran seriamente la infraestructura. Una comisión de Tránsito y seguridad vial determinaría quienes provocan “Estrés Urbano”. Esto fue uno de los puntos más criticados en la primera audiencia pública, además de los poderes que le quitaron al Concejo Deliberante al momento de tomar decisiones importantes.