Pese a llegar con retraso, y retardar así la siembra de soja unos 10 días, las lluvias generaron condiciones de buenas a muy buenas, indicó la entidad en su último informe de Estimaciones Agrícolas.   Para la campaña 2013/14, la Bolsa de Comercio santafesina estima un aumento de entre un 20% y el 21% en la superficie dedicada a la oleaginosa en el centro-norte de la provincia, respecto de las 805.000 hectáreas sembradas el año pasado.  Con respecto a otros cultivos, las lluvias que cayeron en toda la región cambiaron el panorama. La cosecha de trigo registró un pequeño adelanto: los lotes más avanzados se encontraban particularmente en los departamentos 9 de Julio, General Obligado y Vera, donde se ha obtenido un leve repunte (2 a 2,5 quintales por hectárea) en los rendimientos mínimos promedio, los que oscilan entre 9 y 11 quintales por hectárea, y los máximos entre 18-21 a 23 quintales por hectárea; en lotes puntuales de General Obligado se obtuvieron rindes de 26/27 quintales por hectárea, según publicó Ámbito Financiero. Estas lluvias no cambiarán sin embargo las consecuencias del estrés hídrico que afectó a los trigales en gran parte de su etapa de desarrollo. Se mantiene la estimación de un rendimiento promedio de 20 a 22 quintales por hectárea para el final del ciclo, con expectativas e incertidumbre sobre la calidad de la producción.   En el caso del girasol, se sembraron 86.200 hectáreas, un 23% menos de las 112.000 hectáreas previstas inicialmente, con cultivos que presentan mucha heterogeneidad y una amplia ventana en los estadios fenológicos. En el maíz de primera culminó el proceso de siembra regulado por la disponibilidad de agua: se estima una superficie sembrada de 51.000 hectáreas, unas 3.500 hectáreas menos que la campaña anterior.