Participar activamente en su estadía universitaria en la construcción y el compromiso con su casa de estudios, ahí donde estudian día a día eso que quisieron estudiar, porque a eso posiblemente se dediquen el resto de su vida, es algo tan lógico como poco habitual dentro de la masa de estudiantes de una universidad. El caso de Paulo Gianoglio, presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Tecnológica Nacional Regional San Francisco, y de León Menna, Secretario General del Centro de Estudiantes del Centro Universitario de San Francisco es un caso atípico. Tan atípico como ponderable.

La consideración del joven que ingresa a la universidad sobre la política tradicional, signada por la actividad partidaria, suele ser negativa y esa apreciación latente siempre termina torciendo la balanza para el lado de que los que participan son menos, muchos menos, de los que sí se involucran.

Compromiso y construcción

El caso de Gianoglio y Menna difiere. El primero, que en junio pasado consiguió la re-elección en su mandato por un año más, comenzó a participar dentro de la Agrupación de Estudiantes Tecnológicos Independientes (Aeti) no mucho tiempo después de ingresar a la UTN. Menna en cambio, fue uno de los que se puso al hombro la vida política dentro del Cusf, la sede que la Universidad Nacional de Villa María tiene en nuestra ciudad tras el convenio con la Municipalidad. Allí no había un Centro de Estudiantes. Desde ese lugar tratar de hacer llegar a sus compañeros más incrédulos que la construcción es siempre colectiva. Que la vida universitaria es más que lo que uno va a estudiar y punto, sino que es preciso la participación y el compromiso, no sólo de ese espacio de formación sino de la sociedad que integran.

Pública, gratuita y de calidad

Coinciden en un punto esencial: la universidad tiene que ser pública, gratuita y de calidad. Menna y sus compañeros de la Revuelta Estudiantil son firmes en eso, de ahí no se mueven. El Cusf ha sido para ellos y para muchos en la ciudad la posibilidad concreta de seguir estudiando y por eso también se comprometen y participan, aseguran, para que eso se siga manteniendo. Para Gianoglio la apertura del Cusf fue una excelente noticia, ya que además de la UTN los sanfrancisqueños tienen ahora otro lugar para formarse. Y agrega que es vital que esa formación sea de grado y de calidad. Y ante una oferta masiva de instituciones privadas de enseñanza terciaria que muchas veces dejan la calidad de lado, la universidad pública con calidad en su enseñanza termina siendo la única forma de ser realmente inclusivo, de ser realmente un lugar en donde todos puedan estudiar.

Mantenerse independientes

Tanto Revuelta Estudiantil como Aeti buscan mantener la independencia, mantenerse fuera de esa lógica maniquea de la política partidaria. De hecho, ninguno de los partidos tradicionales en la ciudad tiene actividad allí dentro. Aunque hay algo que ambas agrupaciones preferirían que cambie: ninguno de los dos tuvo otra fuerza con la cual discutir sus proyectos de universidad. Aeti en la UTN y Revuelta en el Cusf fueron las únicas fuerzas que presentaron listas para el Centro de Estudiantes