“Siento que es por acá, solo voy a salir adelante si estudio”, le dijo Claudio Ramos (38 años) a Clarín. El hombre vive en situación de calle y hace dos semanas decidió retomar la primaria. “¿Por qué ahora?, ¿Por qué no?”, dijo y aseguró que su objetivo es “formarse para conseguir un trabajo digno”.

Su historia que fue reflejada por El Periódico llegó a las páginas del matutino porteño pero también fue replicada en La Voz del Interior y Vía Córdoba.

Hizo changas desde chico. Aprendió algo de electricidad y pintura. Y se las arregló como pudo. “Viví con mi mamá hasta hace cuatro años. Llegábamos a fin de mes con mis trabajitos y su jubilación. Pero en 2015 murió y todo se complicó”, recuerda.

Siguió trabajando en la construcción y se mudó a una pensión: “Pero viste cómo es ahí, si no pagás una semana, te tenés que ir”. Eso le pasó a él. Hace tres meses se quedó sin trabajo y cambió la habitación de la pensión por la explanada de la iglesia Catedral, frente a la plaza General Paz.

“Es la primera vez que estoy en situación de calle y no es fácil. Al principio me deprimí, la pasé mal. Pero, de a poco, estoy saliendo”, sostiene Claudio, que pide resaltar el apoyo que recibió de Red Solidaria. “Los voluntarios me salvaron. Ellos me dan un plato de comida todas las noches y me incentivaron para que estudie”, agrega.

En busca de su trabajo

Asegura que solo capacitándose va a obtener un buen trabajo. “Acá hay un parque industrial grande, funcionan varias fábricas pero en todas piden tener el colegio terminado. Por eso arranqué con las clases”, explica. Está cursando en la escuela nocturna J. B. Iturraspe. Dice que su materia preferida es Historia y que le resultan difíciles las divisiones. “Ese es mi problema con Matemáticas, pero ya lo hablé con mi profesora y lo vamos a resolver”, se confía y pide aclarar que no les dan tarea. “Todos me preguntan eso y no, no somos criaturas”, remarca.

Mientras tanto, junta plata lavando autos con Aníbal, un amigo que pernocta con él frente a la iglesia, cuyo emprendimiento denominaron Lavadero La Catedral y fue una nota exclusiva de El Periódico. “A veces usamos lo que ganamos para el almuerzo aunque, en general, intentamos ahorrar. La plata me la guardo para volver a alquilar algo cuando consiga un trabajo”, destaca.