La producción de salchichas, salamines, salchichones y mortadelas de la industria nacional de chacinados podría enfrentar próximamente problemas si continúa una insólita traba del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Desde hace un mes, el funcionario no aprueba nuevos ingresos de importación de tripas artificiales, que suelen usarse para envasar y conservar esos embutidos.

La noticia fue confirmada por fuentes de la industria chacinadora que advirtieron, de manera categórica: "Se puede caer la producción de embutidos si esto no cambia".

Hasta el 10 de septiembre pasado, el Gobierno estuvo aprobando las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) presentadas por las empresas. Y la mercadería continuó entrando al país. Sin embargo, desde ese momento las DJAI comenzaron a salir como "observadas" y Moreno no habilitó el ingreso de mercadería nueva.

"Desde ese momento, todo lo que se presenta se rebota", contó uno de los industriales.

En la Argentina hay producción local de tripas naturales porcinas y vacunas que se emplean para embutidos caseros o industriales, según la empresa. De hecho, en el país funciona una cámara que agrupa a las firmas elaboradoras de tripas naturales.

Sin embargo, no ocurre lo mismo con tripas de colágeno, celulosa, fibrosas y sintéticas, que son, según afirman en el sector, importadas de países europeos como España y de los Estados Unidos.

"Algunas firmas usan las tripas naturales, pero a nivel industrial hoy predominan las artificiales importadas", señaló una fuente.

A modo de ejemplo, una tripa de colágeno se fabrica a partir del colágeno como materia prima, que se saca, a su vez, de la dermis de cueros vacunos.

Existen tripas artificiales comestibles para salchichas, salames y salamines, entre otros productos.

"Hace un mes no hay nuevas aprobaciones para que ingrese pulpa porcina [materia prima para hacer embutidos] y encima hasta las tripas que no se hacen en el país tampoco están dejando entrar", indicó otra fuente. "No pueden prohibirlas porque de esto dependen los embutidos y, además, acá no se van a poner fábricas de eso", agregó el industrial.

Vale recordar que, en mayo pasado, Moreno avaló un acuerdo entre productores e industriales para limitar las importaciones de pulpa porcina, que proviene en más de un 70% de Brasil, y empezar a prohibir en los meses siguientes el ingreso de productos terminados como los jamones españoles e italianos.