Dos viernes al mes, un grupo de papás se reúne en la sede del Rotary Club con un objetivo en común: contenerse. Son padres que han perdido hijos y que se refugian en Renacer, un espacio que en San Francisco les devuelve las esperanzas a dichas familias desde hace 24 años.

En el grupo no hay jerarquías: no hay directores ni hay presidentes. Sí hay mucho amor.

Renacer nació en el país hace 30 años por iniciativa de dos papás que, tras un hecho doloroso del que no sabían cómo salir, decidieron formar un grupo que les brinde el apoyo que necesitaban. Lo mismo sucedió en San Francisco, donde se creó seis años después.

“Estoy desde los comienzos. A partir de la partida de un hijo no sabes qué hacer con el dolor, no sabes qué hacer con la vida. Entonces empezamos por una iniciativa de un papá que había perdido un hijo. Éramos conocidos. Las circunstancias de la vida hicieron que partiera nuestro hijo y que al año partiera uno de sus hijos. Entonces él fue a casa y me dijo ‘Negro, qué hay que hacer para seguir viviendo’” recordó Oscar Bracamonte, uno de los papás que está presente desde los inicios del grupo.

“Una casa que se te vino abajo”

Bracamonte recordó lo doloroso que fue al principio: “Llevábamos un año desde la partida de nuestro hijo sin saber qué hacer. No sabés para dónde agarrar. Es la crisis existencial más profunda que puede tener un ser humano, se te mezcla todo, se te confunde porque cambia la cronología de vida. Cuando partió mi hijo se me rompió el esquema”.

Y ahí llegó Renacer: “Vos decís ‘qué tengo que hacer con todo esto’. En el grupo suelo graficar que es una casa que se te vino abajo. Y tenés la posibilidad, o no, de empezar a reconstruirla. Pero tenés que colocar todos los ladrillos en el lugar que estaban. Te puede llevar una vida. Es una apuesta, lo acomodo o no lo acomodo. Hay mucha gente que opta por no acomodarlo y otros que optamos por poner el esfuerzo de empezar a reconstruir de nuevo, por eso se llama Renacer. Es volver a nacer”.

Misión

Marcelo Moreno pasó por una situación similar que fue lo que lo llevó, junto a su esposa, a acercarse a Renacer. En ese caminar pudieron comenzar un proceso que los llevó a que hoy pudieran colaborar con aquellas familias que recién comienzan el camino.

“Somos todos papás, no tenemos profesionales que nos asesoren ni que asistan a las reuniones –aclaró-. Somos todos papás que contamos nuestra experiencia, que tratamos de darles herramientas a los papás nuevos para que puedan recuperarse. Esa es la misión fundamental, brindarles herramientas y experiencias para que ellos se puedan recuperar. Y si no hay papás nuevos hablamos. Siempre hay algún papá que tiene altibajos en su estado de ánimo y lo acompañamos”, explicó.

Sobre cómo se construye el espacio, Moreno comentó que puede que los padres se acerquen al grupo como también que los padres del grupo se acerquen a ellos. “Habitualmente nos llama algún allegado, algún familiar o amigo del papa que perdió a su hijo. Y tratamos de contactarlo. Y si un papá no va a las reuniones vamos nosotros a la casa. Tratamos de cumplir en todo momento, de ayudar a los papás, porque creemos que es nuestra responsabilidad, nuestro deber, y tratamos de colaborar para que ese papá empiece su recuperación”, aseguró.

Encuentro nacional

La próxima semana, cerca de 15 papás del grupo viajarán para participar de los festejos por el 30° aniversario de Renacer en Argentina, que se realizarán en Huerta Grande, Córdoba, los días viernes 30 de noviembre y sábado 1 y domingo 2 de diciembre.

Reuniones

En San Francisco, el grupo se reúne el segundo y el cuarto viernes de cada mes en la sede del Rotary Club, en bulevar Roca 1145, desde las 21.30. Los encuentros son gratuitos, de alrededor de dos horas de duración, y no persiguen fines políticos ni religiosos, sino de apoyo y contención.