Con el recambio turístico muchas personas se aprestan para viajar o en todo caso aquellos que no, a relajarse en casa. Cualquiera sea el caso, la clave es pasarla entretenidos y un buen libro en el bolso o la biblioteca siempre es un buen plan.

En esta oportunidad, nuestro guía literario, el profe de Lengua y Literatura, Pablo Sánchez, nos recomienda la obra de un autor cubano radicado desde hace tiempo en Buenos Aires, Marcial Gala, y su novela “Llámenme Casandra”, con la que ha recibido numerosos premios.

“Esta es una novela contada en primera persona, en la que el protagonista es un joven llamado Rauli, que ha vivido una infancia y una adolescencia muy particular. Sufre disforia de género, siente que está en un cuerpo que no le pertenece, que no le corresponde y que ha vivido toda una infancia marcada por la sobreprotección de su madre, de la amante de su padre, que lo ha iniciado en la literatura y de su tía muerta, que es como un fantasma en el que proyecta su fantasía de ser mujer”, describió Sánchez.

“Contrariando los deseos del padre -continuó el docente-, Rauli se embarca como soldado voluntario en las milicias cubanas internacionalistas para combatir en la guerra de Angola. Sabe que va a ser humillado, marginado por su condición, pero que lo hace a consciencia porque tiene la certeza que repite un destino. Tiene un don que es el de la clarividencia, de ver el futuro y predecir su propia muerte y se siente como una reencarnación de la Casandra del mito de la guerra de Troya, hija de Príamo, que también podía predecir el futuro, pero tenía la maldición de que nadie le creía como un castigo del dios Apolo”.

El mito presente

“Rauli es una nueva versión de Casandra”, sostuvo Sánchez y, “en la guerra de Angola, se va a ver reimpresa la guerra de Troya con todo su contenido mítico, en una nueva versión, donde se repiten prácticamente las mismas constantes: la homofobia en cuanto a la violencia de género contra la mujer troyana, el conflicto bélico que es una reproducción de la misma guerra eterna y también ofrece una mirada muy crítica de la cotidianidad cubana y de la utopía del hombre nuevo y la revolución socialista”.

Para el profesor se trata de una obra muy recomendada por su prosa aunque “es muy cruel y dura, a la vez tremendamente poética, donde se entrelazan lo cotidiano y lo contemporáneo con el elemento mítico que se superpone”, cerró.