A sus 77 años, Raúl Hetzer preside uno de los rincones más curiosos de Frontera: un “museo criollo” todavía poco conocido. En este espacio ubicado sobre Agustín Giletta al 1500 (Estación Frontera), atesora recuerdos de sus trabajos en el campo así como fotos de los viajes que realizó con la "Agrupación Tradicionalista Argentino Luna", de la que forma parte con su familia y obsequios de otras organizaciones similares amigas.

Pese a su descendencia alemana e italiana, el amor por las costumbres argentinas hizo que con el correr del tiempo llegue a reunir centenares de piezas de colección a las que en 2016 decidió empezar a exhibir. “Somos descendientes de alemanes pero somos más criollos que los propios criollos de aquí”, aseguró.

“Siempre me gustó, de chiquito. A los cuatro años ya andaba a caballo. Papá tenía caballos y andábamos atrás de los animales todo el día, también de vacas, ovejas; nos gusta, lo llevamos dentro”, agregó.

Entre los tesoros que se pueden encontrar en su museo se destaca una enorme variedad de cuchillos. Uno de sus preferidos, sin dudas, es de marca Mate, que fue adquirido en La Pampa y que ya no se fabrica, de ahí su alto valor. Algunos de ellos están exhibidos en vitrinas, mientras que otros lucen expuestos en las paredes del lugar.

Raúl, el hombre que formó un “museo criollo” en el corazón de Frontera

"Yo fui encargado de feria y para mí es mejor trabajar a caballo. Lamentablemente por mis piernas hoy ando a caballo pero muy poco. Nos gustó eso y seguimos trabajando, comprando cosas que no teníamos. Todos estos cuchillos son de marca, el que no tiene marca no compite, tiene que tener una marca sea nacional o extranjera. Hay cuchillos muy caros, de marca Mate, Solingen, Toledo, Arbolito. Son las marcas más caras cuando el cuchillo está entero y en buen estado”, explicó Hetzer.

Si bien los cuchillos se roban gran parte de las miradas, también hay cencerros, estribos cara de indio, una hoz, una pinza mocheta para tomar a los toros, sombreros, herramientas antiguas, y muchas fotos que reflejan cada una de las presentaciones de la agrupación tradicionalista, surgida en 2005, entre ellas imágenes de numerosos desfiles patrios sobre el Bv. 25 de Mayo de San Francisco.

El hombre también cuenta con numerosos carros antiguos: en un enorme galpón almacena volantas y carretas de la década del ´70. Y cinco caballos, cuatro peruanos y uno mestizo.

Respecto a cómo llegó a acumular tantas antigüedades, explicó: “De cuando hay jineteadas, remates, a veces algún amigo tenía algún cuchillo suelto y uno cargoso se los pedía”.

Un espacio para disfrutar

Si bien no cuenta con cartelería que mencione su ubicación, quienes están en el tema ya conocen el museo.

Es frecuente, aseguró Hetzer, recibir visitas de personas de San Francisco y de Frontera, pero también de la región. Pese a que ha sufrido algunas malas experiencias -en una oportunidad dos visitantes le robaron cuchillos-, la mayoría de los visitantes llegan por su amor a la cultura gauchesca y quedan admirados con cada elemento que se luce en el lugar.

"Queríamos armar algo para ver. Ha venido mucha gente, acá no se cobra, la única cuestión es que cuando vengan estemos nosotros”, contó.

Sobre el futuro que tendrá este espacio, Hertzer apuntó: “Hay dos hijas que apoyan, pero a mis otros hijos y a mis nietos no los puedo hacer agarrar. Yo ya me estoy yendo, no sé qué fin tendrá esto”.

Con la agrupación

Desde 2005, Hetzer forma parte, junto a familiares, de la Agrupación Tradicionalista Argentino Luna. 

Con el grupo han viajado a muchos lugares de la región para desfilar: “Hemos viajado a muchos lados, solo que hoy moverse es muy costoso, se hace lo que se puede. Fuimos a Coronda, Las Varillas, Piamonte, La Paquita, Brinkmann, Josefina. Fuimos también a Villa Concepción de El Tío y a Devoto varias veces. Y a San Francisco vamos todos los años. Ahora para el 25 de Mayo vamos a estar desfilando”.

“A uno le nace, si uno no lo lleva adentro y no lo siente es difícil involucrarse, tiene que gustarte”, cerró.