Este próximo jueves se debatirá en el Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza del bloque Mejor San Francisco, el cual pretende “un libro por un juguete violento”, para incentivar la lectura, pero además que las jugueterías y locales de venta para niños no exhiban en sus vidrieras armas de juguete u otros similares o videojuegos del estilo. Al mismo tiempo, plantean multas en caso de no respetarse la norma.

La iniciativa publicada por El Periódico el último viernes generó acuerdos, pero también críticas de parte de nuestros lectores, quienes se expresaron a través de las redes sociales de este medio.

El autor del proyecto, que tras su debate quedará en comisión para ser analizado, Damián Bernarte, respondió a tres de las críticas y además remarcó el objetivo con su presentación.

Tres cuestionamientos

Entre los cuestionamientos que se le hicieron a la iniciativa, El Periódico eligió estos tres para que Bernarte los responda.

[Deberían ocuparse de otra cosa, la educación parte de las casas]

“Entiendo que la formación y la incorporación de valores sin duda tienen un origen en el seno de cada familia, está claro. Pero lo que tenga que ver con herramientas que desde el Estado permitan mejorar la convivencia social deberían ser bienvenidas. Si la educación empieza por casa y fuera tan absoluto esto, y el Estado no tendría intervención, deberíamos plantear entonces si hace falta enviar a los chicos al colegio. El Estado es visto como ente regulador de la convivencia y entendemos que deber intervenir y generar condiciones para que ese estadio de la vida social sea lo menos conflictivo posible, a eso apunta el proyecto y no a reemplazar el rol que tiene la familia”.

[¿A quién van a matar los chicos con las armas de juguete?]

“Con los juguetes no se mata, pero en realidad de manera lúdica los chicos están planteados en situaciones violentas, en el medio de este tipo de situaciones se puede adquirir algún tipo de familiaridad con situaciones de carácter violento. Nosotros luchamos por una sociedad con la menor cantidad de episodios violentos, entendemos que hay muchas formas de relacionarse con los amigos: los juegos, la cultura sin constituirse o ejercitar como que estamos dentro de situaciones violentas para no asumir como normal estas conductas. Preferimos fomentar las actividades que hagan salir a los niños de estas actividades. Si uno analiza la cantidad de hechos violentos que vivimos y nos rodean, desde la convivencia en el tránsito vehicular que se vio reflejado en estos días, los femicidios, bueno, lo que sirva para estar lejos de esas situaciones nos parece que beneficioso y tienen que ver con una mirada de lo que pretendemos de la vida en sociedad”.

[No es importante, hay otras cosas más urgentes que tienen que ver con lo social]

“Es cierto que hay cuestiones más urgentes, este es un proyecto para discutir. Sí hay una situación crítica en lo económico y social, pero ocuparnos de una cosa no implica no hacerlo de otras. Nuestro espacio político trabaja permanentemente en estos temas, nos ocupa y preocupa la alimentación en los comedores, la contención social, la falta de trabajo, la violencia general y en ese contexto propusimos esta discusión. Esto no implica que no prestemos atención a otros problemas sociales, económicos y culturales de la ciudad”.

Objetivo

“La idea nace porque estamos viviendo un momento de mucha violencia en la convivencia social, uno permanentemente lo ve reflejado en el día a día”, sostuvo Bernarte.

“No somos tan pretensiosos de pensar que va a bajar el nivel de violencia que existe con esta ordenanza, pero puede ser una herramienta pensada para fomentar otros valores que tiene que ver con la lectura, la música y los entretenimientos no violentos”, agregó.