Mientras que en las industrias hay recortes de horas y personal, algunos rubros llegan a trabajar más de 12 horas diarias . Este es el caso de modistas, zapateros y técnicos en electrodomésticos , entre otros. Oficios que tienen su oportunidad de resurgir ante la crisis económica y los cambios de hábitos de la gente.

En tiempos en los que hay que cuidar el peso, son muchos los que prefieren arreglar algo en vez de comprarlo nuevo.  Por eso, muchos optan por reparan, reciclar y modernizar calzados, vestimentas, carteras y hasta electrodomésticos.

“En la crisis crece nuestro trabajo”

La frase pertenece a Walter Pérez, del local NDP compostura de calzados , ubicado en calle Ramón y Cajal 452, para quien su tarea ha crecido en forma notoria en los últimos meses.

“Nuestro trabajo se da al revés de los demás-dice el zapatero-; ante más necesidad o cuando la gente busca ahorrar unos pesos, recurre a nosotros para arreglar o recuperar calzados, y así tener dinero para comprar otras cosas”.

Pérez no sólo repara y mantiene calzados, sino también carteras, valijas, mochilas y camperas, entre otros elementos. “Ya desde el año pasado se viene dando esta tendencia. Hoy no alcanzan las horas para trabajar, estamos haciendo alrededor de 12 horas por día, hasta nos llevamos trabajo a casa para satisfacer la demanda”, explica.

Se derivan trabajos

Roberto Escalante es un reconocido composturero de calzado con más de 50 años de trayectoria. Aunque jubilado, todavía sigue trabajando en el taller “La Delia” de 9 de julio 2175.

“Acá no damos abasto-comenta-, estamos derivando trabajo a otros colegas porque diariamente llegan clientes para restaurar o reparar distintos elementos. Todo sea para que dure un poco más”.

Escalante reconoce que la gran cantidad de trabajo se debe a que cada vez quedan menos zapateros. “En una época había más de 20 talleres de calzados, hoy deben quedar unos cinco o seis en distintos puntos de la ciudad. Por eso nos vemos con tanto trabajo”, sostiene.  En el taller también se superan las 10 horas de tareas diarias.

Prendas se modernizan

Las modistas , que reparan y "modernizan" prendas de vestir, también florecen durante las crisis.

Lo reconoce Mirta de Vincenti , que tiene su local en Sáenz Peña 485, y para quien la crisis se nota mucho. “El trabajo ha crecido, la gente saca la ropa que tiene guardada y la trae a arreglar, tiempos atrás no se daba tanto como ahora. Lo viví mucho con el comienzo de las clases”, comenta.

Mirta dice que realiza toda clase de arreglos y reformas, que hay prendas que se rescatan y se renuevan con muy poca tela para “modernizarlas”. “Muchos abrigos que se usaban hace tiempo se le cambian accesorios para reutilizarlos”, asegura.

Por otro lado sostiene que hasta la clientela se ha renovado. “En otro tiempo me daba cuenta que era la gente de barrio la que recurría a la modista, ahora es general, tengo clientes de todos los rubros y niveles sociales”, resalta.

Electrodomésticos se arreglan, pero no se retiran

“Los traen pero no se retiran, eso pone a las claras de que no hay mucha plata circulando”, comentaron desde Electrónica San Francisco.

“El trabajo se mantiene, hay cosas por arreglar pero a veces los clientes pasan bastante tiempo en retirar los electrodomésticos. Algunos hasta varios meses”, sostuvieron.