Organizan un evento para celebrar el Día del Escritor
Tendrá lugar el domingo 9 de junio desde las 18.30 en Casa de Córdoba, bajo la organización de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) filial San Francisco. Desde la entidad hicieron hincapié en la necesidad de que se sumen jóvenes. "Hace falta gente joven que escriba, porque siempre solemos ser los mismos, se vuelve un círculo cerrado", reconocieron.
Este domingo 9 de junio se llevará a cabo, desde las 18.30 en la Delegación Oficial del Gobierno de la Provincia de Córdoba en San Francisco, un evento en conmemoración al Día del Escritor bajo la organización de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) filial San Francisco.
El evento comprenderá una ronda de lectura, un show musical a cargo de Lily Biotti, y una exposición de arte realeza a cargo de Nancy Astudillo y de fotografías de Pablo Ghigo. El cierre correrá por cuenta de la Cantata Piemontesa.
"Está dirigido en especial a los escritores de la ciudad y de la zona, a los grupos literarios, y al público en general que quiera expresarse. Generalmente convocamos a los jóvenes, que son a veces los que menos están presentes y necesitamos que ellos también se integren, estaría bueno conocer qué escriben. Les pedimos a toda la gente que tenga este talento a que se acerque, a que no tengan miedo de llevar sus textos para dar a conocer en este evento, ya sean cuentos, relatos o poesías", manifestó Silvana Mandrille, una de las organizadoras.
"Hace falta gente joven"
En relación a la fecha, tanto Mandrille como Beatriz Bustos, integrante de SADE, se refirieron al nivel de los escritores en San Francisco y al cambio de tendencias en la escritura.
Así, reconocieron que en la actualidad se tiene a la brevedad. "Todos los formatos buscan últimamente la brevedad, los microrrelatos, estamos acostumbrados a leer poco y rápido. Por eso se lee poco, la gente no compra tantos libros y menos aún poesía", expresó Bustos.
Acto seguido Mandrille agregó: "Es como que la imagen le ganó a la palabra, vale a veces más la imagen que una página de palabras, se acorta la poesía también, se escriben poesías que tienen 8 o 10 versos".
Respecto a cómo es el nivel de escritores en San Francisco, ambas coincidieron en que es bueno pero que hace falta que surjan escritores más jóvenes. "Hace falta gente joven que escriba, porque siempre solemos ser los mismos, se vuelve un círculo cerrado", dijo Mandrille.
Bustos coincidió: "A los cuatro o cinco años ya se conocen todos y los talleres literarios no pueden crecer más porque se van haciendo grupos cerrados".
En ese sentido, reiteraron la invitación al evento del domingo e instaron a que los jóvenes se sumen. Asimismo, hicieron extensiva la invitación hacia los grupos literarios. "En los talleres se lleva un tema, se analiza, se escribe, otros buscan un autor y lo analizan todo el año y escriben sobre eso. Recientemente la SADE incorporó el taller 'Inicio en Tinta' y estamos viendo microrrelatos. Y se enseñan técnicas, porque uno desconoce un montón de cosas, uno de afuera no ve todo pero cuando empieza a escribir lo ve y aprende del que ya ha hecho camino", finalizó Bustos.
Poemas
Un ángel pasó
Hoy frente a mis ojos ocurrió un milagro
no imaginé que ese pequeño delgado
de manitos sucias,
descalzo, harapiento,
con enormes ojos reflejando el cielo,
fuese un ángel perdido en mi tiempo,
era intangible toda su belleza,
lo miré alejarse por la calle desierta,
quise llamarlo, decirle que vuelva,
se esfumó en el aire que olía a menta
Teresita Bovio Dussin
Hormiga y elefante
Viven en mí
todo el tiempo.
Los tres somos uno.
Como la hormiga,
indefensa y laboriosa,
cargo sobre mis hombros
las hojas de millones de verano,
y siempre en los inviernos
me quedo sin reservas
por esa bendita costumbre
de dar lo que no tengo.
Aunque quisiera
cambiar de camino,
ando y desando
el mismo tramo
sabiendo que moriré aplastada
por un zapato traidor.
Cuando siento acercarse
al verdugo,
me convierto en elefante.
Grande y poderosa
enfrento al apocalipsis
y hasta las siete plagas de Egipto
me parecen pocas.
Piso fuerte,
intentando dejar alguna huella
que me trascienda,
que se quede
cuando yo me vaya.
Elefante y hormiga soy,
grande y pequeña,
fuerte y frágil,
todo y nada…
Casi siempre el elefante
observa a la hormiga
inmersa en el submundo
de la cotidianeidad absoluta.
A veces la hormiga
viaja subida al lomo del elefante
y se sorprende de ver,
desde lo alto
la hermosura del paisaje.
Silvana Mandrille