“Los cirujas somos los primeros que notamos la crisis. Tengo 52 años y ya pasé varias, se nota en la calle, hay menos cartón, menos papel y más gente buscando lo mismo que vos”, revela Javier Brochero. Hace más de 15 años que recorre las calles buscando cartón, papel y todo lo que pueda encontrar en la basura y se pueda vender.

Dice que no le molesta que le digan “ciruja”, que lo hace con orgullo para ayudar a su familia, aunque asegura que no es su trabajo exclusivo, ya que realiza mantenimientos en la granja de Apadim por la mañana. “Esa gente me dio una gran oportunidad”, apunta.

En la Cooperativa La Virgencita de barrio Parque aseguraron que notan el incremento de personas que comenzaron a dedicarse al “cartoneo” para paliar la crisis.  

“Debemos estar en unas 25 o 30 personas que vienen a vendernos cartones y papeles. A finales del año pasado hicimos un relevamiento y detectamos que había entre 65 y 70 familias que vivían del cirujeo en San Francisco”, comenta Emilio Amé, director de Cáritas Diocesana San Francisco.

En este sentido Marcelo Suppo, integrante de la organización educativa y solidaria, sostiene que parte del incremento se debe a las caídas de las “changas” en los barrios.

Más de 65 familias viven del “cartoneo” en San Francisco

Más jóvenes

Unos 10 jóvenes que asisten al Hogar de Cristo de Cáritas, espacio para adictos en recuperación, se sumaron a la cooperativa y salen a juntar cartones y otros residuos para ganar su propio sustento.

“Para ellos es una posibilidad de un ingreso, una salida laboral. Lo que vamos buscando es hacerles un monotributo social, para que ellos puedan comenzar a tener una obra social primero y, dependiendo del esfuerzo, se busca que obtengan su monotributo común, donde ya se realiza un trabajo de inclusión”, destaca Amé.

Desde hace unos meses la cooperativa recibió de distintas instituciones algunos carritos para que los jóvenes tengan una forma de acopio. Sin embargo, solo un 30 por ciento de las personas que asisten a vender cartón cuentan con un carro. La idea de los integrantes de La Virgencita es recolectar caños y hierros para poder construir algunos más.

“Se ofrecieron algunas escuelas técnicas para hacernos carritos. Lo que nos está haciendo falta son caños y otros materiales”, reconoce Suppo.

“Generalmente los jueves hay es un desfile de bicicletas y muchos de los pibes juntan y vienen con bolsones porque no tienen carritos”, agrega.

Más de 65 familias viven del “cartoneo” en San Francisco

No solo papel

Javier afirma que en un buen día de “cirujeo” llega a recolectar unos 170 kilos de papel y cartón, aunque mucho de lo recolectado se lo debe a fábricas y empresas que lo conocen desde hace años.

“Un día normal juntás de 60 a 70 kilos. El día que no hay cartón, por ahí encontrás algún motor, cobre, no le hago asco a nada. Sea chapa, hierro o vidrio, todo lo que se pueda vender hay que juntarlo”, expresa.

$250

En un buen día de acopio, con unos 60 kilos de cartón, una persona puede ganar unos 250 pesos, aproximadamente.

Acopio

La cooperativa tenía la expectativa de juntar entre 6000 a 7000 kilos mensuales de papel y cartón, pero en la actualidad recolecta entre 8500 a 9000.

“El cartón es una ayuda para acompañar a la persona. Acá saben que llegan, dejan sus cartones y se les da un mate, algo caliente para tomar o comer, se pueden pegar un baño. Buscamos ayudar a la persona dignificando el trabajo que ellos hacen”, dice Amé.

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