Negocios con rejas bajas, algunos atendiendo con puertas cerradas dejando ingresar a algunas personas, los bancos directamente no trabajaron son algunas de las postales de la mañana convulsionada que se vive en toda la provincia.

Cercano al mediodía comerciantes céntricos retiraban mercaderías de las vidrieras y bajaban las rejas de hierro por temor. Los supermercados tampoco abrieron sus puertas. Mientras tanto De La Sota aseguraba la firma del convenio con los policías.