Lear produjo poco más de la mitad de lo estimado
Así lo indicaron desde Smata, desde donde explicaron que la firma no logró concretar los 60 mil mazos de cables anuales tras su arribo a San Francisco. Tampoco pudo cumplir el objetivo de llegar a 700 empleados. En la actualidad tiene vigente un plan de retiros voluntarios.
La llegada de la autopartista Lear Corporation a San Francisco fue bien recibida a finales de 2017. No era para menos, la empresa arribaba con promesas de incorporar progresivamente una importante cantidad de personal con la idea de llegar a los 700 empleados para producir unos 60 mil mazos de cables que tenían como destino la planta de Ferreyra que posee Fiat Chrysler Automobile (FCA) en la ciudad de Córdoba. La inversión rondó los 200 millones de pesos y fue plasmada en un acuerdo entre los gobiernos municipal y provincial y la empresa. Todo ello acompañado de beneficios tributarios.
Inversores privados pusieron 10 millones de dólares para que la constructora Dicon levantara la planta de 12.700 metros cuadrados en el Parque Industrial. Además, Lear destinó otros 17 millones de dólares para dotarla de la tecnología necesaria.
Era algo histórico para la ciudad, coincidían desde los distintos estamentos. Y estaban en lo cierto, pese a los resquemores de algunos que preferían esperar a ver la planta funcionar, recordando las fallidas llegadas de Siemens y Dreyfus.
Finalmente, Lear comenzó a producir y de a poco durante el 2018 fue incorporando personal llegando a tener 450. Hasta se habló de la apertura hacia nuevos mercados como, por ejemplo, Renault, aunque la crisis económica comenzaba a profundizarse. En el medio, el mercado automotriz daba señales positivas, a tal punto de que en el primer semestre de ese año se convirtió en el más vendedor de la historia, con más de 500.000 unidades patentadas. Sin embargo, en el momento en que la oferta de las automotrices estaba en su pico más alto, con más de 800 modelos y versiones, vino la devaluación del peso y el escenario económico comenzó a complicarse.
Suspensiones y menor producción
Durante los meses de octubre, noviembre y diciembre del año pasado, la empresa llevó a cabo una primera etapa de suspensiones de personal. Ya la crisis no era algo que podía venir, sino que había impactado de lleno en la economía y en el rubro automotriz.
Los inicios de este año no fueron diferentes hasta llegar a una situación límite en la actualidad: la apertura de un plan de retiros voluntarios acompañado de un nuevo recorte en la producción y suspensión de personal.
La oferta de retiro voluntario rige desde el pasado lunes y continuará hasta fin de mes. Hasta el momento son 20 operarios -de un total de 350- los que se acogieron y habría otros interesados. Quienes lo hagan recibirán la indemnización de ley más dos salarios. Además, no se descartan los despidos.
Panorama “triste” dijeron desde Smata
El responsable de interior del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), José Campellone, lamentó que Lear en San Francisco no haya podido trabajar al menos “un año completo” en el marco de un buen escenario económico: “La situación de la industria automotriz es muy crítica, Lear por ser proveedor no está exento y al ser una empresa nueva no pudo trabajar lamentablemente un año completo. Se supone que una empresa que empieza no deba tener tantos problemas, pero es la realidad que nos toca vivir en este país”, advirtió en diálogo con El Periódico.
Luego, el sindicalista manifestó: “La situación es grave porque la producción de Fiat es cada vez menor, hoy Lear solo provee a esta empresa y eso es lo que agrava la situación”.
Campellone sostuvo que se vienen reuniendo con el directorio de la autopartista que funciona en nuestra ciudad: “Se abrió el retiro voluntario hasta el 30 de mayo, la semana que viene nos vamos a juntar para buscar alternativas. Queremos saber de cuánto es la caída de la producción en Fiat para analizar cuánto es el remanente de personal de Lear. Nuestra idea es que nadie se vaya despedido sino buscar alternativas superadoras de este momento, profundizando suspensiones, con la reducción de jornada de trabajo por un tiempo prudencial. No se puede sostener una empresa o industria sin producir durante mucho tiempo”, afirmó.
Al ser consultado sobre si la empresa tuvo falta de previsión, Campellone respondió: “No sabría responderlo porque es una cuestión empresarial. Ha habido otras empresas interesadas en la producción de Lear pero no ayuda el contexto al no haber producción automotriz. Hoy Renault es un potencial productor y ha vendido la comercial 300 autos y produce 240 por día. Ante un panorama como este es imposible la previsión para cualquier industria”, consideró.
Por último, el vocero de Smata aclaró que la autopartista produce un producto que lleva mano de obra intensiva y que no es una máquina a la que “se le puede bajar de producción o hacer lo mismo con la misma gente, acá todo es mano de obra y si sigue cayendo la producción la mano de obra es cada vez más ociosa. Teníamos esperanza el año pasado porque había una luz para mayo de este año de estar en una meseta, lo que significaba mantener los niveles de producción del año pasado, que ya eran pobres, pero hoy nos encontramos con que siguen cayendo”.
Según Campellone, el nivel de producción de Lear venía siendo de “170 unidades diarias promedio, unas 900 o mil mensuales. Cuando se hizo la incorporación de personal tiempo atrás se habló de 60 mil cables al año pero hoy estamos llegando a poco más de la mitad y eso no nos ayuda”, cerró.