Gritos, abucheos, y algunos zapatos. Como ya se supo con una mala experiencia de George W. Bush, arrojar un calzado en Medio Oriente es símbolo de desprecio y repudio. Esta vez, el blanco fue el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, y cuatro opositores sirios los responsables.

El hecho ocurrió en El Cairo, en la primera visita de un presidente iraní a Egipto desde 1979. Ahmadineyad llegó ayer a El Cairo para participar en la cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica que se celebra hoy y mañana.

Cuando el polémico mandatario iraní, un país prácticamente aislado en el plano internacional, se retiró de la mezquita Al Hussein y se dirigía a su auto, debió enfrentarse a una marea de gente que lo silbaba. Mientras intentaba seguir su camino, se sorprendió al ver que un zapato se dirigía hacia él, aunque finalmente no llegó a golpearlo.

Sin embargo, en realidad fueron cuatro los zapatos que volaron en ese momento, aunque sólo uno llegó a acercarse. Como consecuencia, cuatro hombres sirios fueron detenidos. Según fuentes policiales, uno de los detenidos llegó a alcanzar a Ahmadinejad con su zapato en la cabeza al abrirse paso entre la gente, mientras que los otros tres tiraron desde lejos su calzado contra el presidente iraní.


"Ustedes mataron a nuestros hermanos", gritó el hombre al abalanzarse sobre el mandatario, según la agencia turca Anadolu, que filmó el incidente.

Irán es uno de los pocos aliados que le quedan al régimen de Bashar Al-Assad en el conflicto civil en ese país, que comenzó hace dos años y dejó más de 60.000 muertos.

Las fuerzas de seguridad egipcias han interrogado también a los guardaespaldas que acompañaban al mandatario iraní durante su visita a la histórica mezquita, localizada en el barrio islámico de la ciudad.

Arrojar o mostrar el calzado es una de las mayores muestras de desprecio en el mundo árabe. En el pasado ya se ha condenado a personas por hacerlo, como sucedió con el periodista iraquí Montazer al Zaidi, sentenciado a un año de prisión tras lanzarle sus zapatos en Bagdad al entonces presidente estadounidense, George W. Bush, en 2008.

Ayer, Ahmadinejad se reunió con su par egipcio, el también cuestionado Mohammed Morsi, y prometió relanzar las relaciones bilaterales entre ambos países luego de más de treinta años de ruptura y tensiones.