Luego de que este lunes por la mañana el taller de motos “RR”, ubicado sobre Ramón y Cajal al 700, se incendiara y sufriera pérdidas totales, un grupo de personas lanzó una movida solidaria para poder ayudar a sus propietarios.

La iniciativa, que propone donar dinero a una cuenta bancaria, busca que su propietario y su familia puedan subsistir mientras se reponen de lo ocurrido y puedan hacerle frente a los gastos que el siniestro les generó.

Sobre este tema, y tras lo ocurrido, Maximiliano Pampiglione, propietario del taller, habló con El Periódico. Además, explicó cómo se originó el siniestro y adelantó los planes para seguir adelante.

“Estaba trabajando limpiando la junta en un cárter. A un metro mío tenía como mucho medio litro de nafta en una bandeja. De golpe siento el ruido de la combustión. No sé si fue una chispa o qué porque no estaba manipulando nada que podría generarla. No estaba soldando ni usando una amoladora, simplemente con un cárter sacando una junta”, explicó, descartando la primera versión que trascendió, que hablaba de que se encontraba limpiando una pieza con nafta.

Aunque no alcanzó, rápido de reflejos cortó la luz y tomó el matafuegos: “Siento ruido de combustión, cuando agarra fuego lo primero que hago es cortar la luz. Tomo rápido el extintor, que está cargado y al día, tiro primero un chorro y cuando tiro el segundo saltó la nafta y agarró fuego el techo. En un minuto y medio no podía estar más acá dentro”.

Lanzaron una colecta para ayudar a los dueños del taller mecánico incendiado

Los daños

Pampiglione indicó que los mayores daños tuvieron lugar en el edificio, que quedó inutilizable debido, entre otras cosas, al derrumbe del techo. También perdió herramientas de mano, herramientas de electrónica, escáners, dos computadoras, bancos de inyectores, un televisor y dinero que tenía guardado para pagarle a proveedores. También unas nueve motos que no llegó a sacar del lugar.

Apenas se salvaron unas 10 o 12 motos que llegó a quitar del lugar con ayuda de vecinos. Y las piezas contiguas al taller, que no sufrieron daños, al igual que las viviendas colindantes.

En el trabajo de quitar las motos del lugar para evitar que se quemaran, Pampiglione sufrió algunas heridas en sus brazos y su cabeza. “Era una cortina de humo espeso que no se podía estar, la temperatura quemaba. Pero estoy bien de salud, algunas quemaduras en antebrazos, manos y cabeza, quemaduras superficiales, por la propia temperatura, no por fuego directo. A recuperarse”, alentó.

La campaña

Respecto a la campaña solidaria que comenzó a difundirse a través de las redes sociales, aseguró que es legítima y que fue iniciada por un grupo de amigos.

La misma invita a colaborar con 500 pesos a través del CBU 1430001713021718020016 (alias: FUERZA.PAMPI).

“La iniciaron un grupo de amigos, me llama la gente para ver si es real, me enteré luego porque perdí el celular y lo recuperé anoche. Está a nombre de Gonzalo Caffaratta, un amigo que puso la cuenta, pero son muchas personas que se hablaron. Lo tiraron en grupo y se difundió, hasta en otras localidades también. Yo no lo hubiese pedido, ellos sabían que iba a decir que no, por eso no me consultaron. Es difícil, es necesario, pero tengo que seguir”, aseguró al indicar que la campaña se extendió incluso a varias ciudades del país.

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Los próximos pasos

Lejos de desanimarse, Pampiglione tiene la mirada puesta en el regreso a la actividad lo antes posible. “La semana que viene tengo que estar trabajando, buscaremos un lugar momentáneo, tengo ofrecimientos, hay gente que me dice ‘tengo un espacio acá, traete un banco y empezá’. Es impresionante de la solidaridad de la gente, gente que me vino a visitar y lloraba por lo que me pasó a mí, por la impotencia”, describió.

A la vez, agregó: “Ahora viene la parte engorrosa de trámites, del seguro del lugar, de las motos que estaban adentro”.

Pero aseguró que “hay que salir adelante”. “Tarde o temprano lo volveremos a armar y a estar como estábamos”, se ilusionó.

El taller funciona hace diez años en el lugar y era un sueño cumplido para la familia: “Pusimos nuestra vida acá”.

“Yo sigo estando vivo, tengo mis dos manos. Si seguía sacando motos no sé si salía de ahí adentro. Entiendo que los dueños pueden estar enojados, pero no pude hacer más que esto. Si me metía podía morir adentro, hice hasta donde pude con la ayuda de la gente. En cuestión de minutos se prendió todo fuego. Es impresionante y no lo podés parar. El shock era tremendo cuando pasó todo. Duele lo que pasó, dormimos apenas dos horas. Ahora hay que empezar a ver dónde armar, a analizar si hay algún local en la zona. Ahora viene el después, pero la semana que viene tengo que estar trabajando para generar, por eso surge la campaña”, indicó.

Según adelantó, cuando recupere parte del dinero perdido, ya que por fortuna el lugar estaba asegurado, planea devolver el dinero donado: “Cuando cobre esa plata con el seguro la voy a devolver en una institución de bien público, porque no podré devolverle a cada persona”.

Sobre el final, se mostró muy agradecido con la ayuda brindada: “Lo importante que el fuego no llegó a la casa, tuve un lugar donde dormir, donde comer y puedo tener un techo. Hasta el momento lo que recibí fueron todos mensajes de apoyo de mucha gente”.

“Eso habla a las claras de que no estábamos haciendo tan mal las cosas y de que existe un pueblo solidario”, destacó.