A Rocky lo mataron a palos. Contaron los testigos del hecho que ese día el perro estaba echado frente a la casa de su dueña junto a otra perrita de ésta. De repente, el perro de un vecino se cruzó supuestamente con ánimos de molestar al can de menor tamaño y por esto se trenzó en lucha con Rocky, algo que duró unos minutos.

Cuando se separan, Rocky se cruzó a un baldío aledaño y detrás de él fue el dueño del otro perro, quien –según la versión de cinco testigos- agarró dos palos de la calle y lo empezó a golpear. En un momento el animal se puso panza para arriba en señal de miedo pero no hubo caso. Lo siguieron golpeando y murió.

El caso llegó a la Justicia ante la denuncia de la dueña del perro, quien fue patrocinada por los abogados animalistas que pertenecen a la Fundación BioAnimalis.

“En este caso se alinearon los planteos porque estuvo el compromiso de muchos testigos. La tipificación que se le dio fue la de matar por el solo espíritu de perversidad, aunque la fiscalía lo caratuló como un delito de daño”, relató Gretel Monserrat, abogada y miembro de BioAnimalis.

El imputado pidió una “probation” que fue rechazada. Luego en instancia de mediación las partes llegaron a un acuerdo y el acusado debió abonar una suma de dinero y brindar varias horas de trabajo comunitario.

Apertura

La Justicia demostró en este 2013 una apertura hacia estos hechos de violencia animal. Son ocho los casos que hay en tribunales a los que podrían sumarse dos más que están en proceso de investigación y en el cual se buscan testigos y pruebas.

En la mayoría de los hechosse denuncia falta de alimentación tanto en calidad como cantidad suficiente; causarles a los animales sufrimientos innecesarios; matar por el solo espíritu de perversidad, entre otros.

Monserrat explicó que los casos llegan porque la gente avisa personalmente o denuncian vía Facebook. Aunque en algunas oportunidades la cosa queda ahí: “El tema son las pruebas, la gente avisa pero muchas veces llega hasta ahí porque no quiere problemas. Aunque en otros casos el compromiso fue grande”.

En el caso de que el denunciante no quiera ser testigo, BioAnimalis apela a los “días de campo”, con miembros que se encargan de recolectar las pruebas necesarias.

Al ser consultada sobre si hay un crecimiento de casos de violencia hacia animales, Monserrat manifestó: “No es que existan más casos sino que hay un fuerte movimiento de proteccionistas y animalistas; sí se nota más por el hecho de las redes sociales y la gente que denuncia. También hay mayor apertura de la Justicia y las fiscalías se van acostumbrando y aprendiendo sobre el derecho animal”.

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Otros casos

El de Beto es uno más. Se trata de un perro pequeño, mestizo, donde su agresor (que está imputado), lo golpeó contra la pared tres veces seguidas bajo la mirada de testigos. El agresor no estaría en San Francisco y de la institución pidieron su detención.

Por otra parte, desde BioAnimalis contaron que días atrás participaron de un allanamiento ante otro hecho de violencia. Todavía no quieren brindar detalles aunque informaron que el perro está en estado reservado luego de ser herido.

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Piden hogares de tránsito

Los animales que son secuestrados por medio de actuaciones legales requieren ciertos cuidados para su recuperación tanto física como psicológica. Para ello son ubicados en hogares de tránsito, previa atención veterinaria y exámenes necesarios, donde pueden transitar su camino de recuperación.

Luego que curan sus heridas físicas pasan a una etapa de recuperación psicológica con especialistas en comportamiento canino.

Desde la institución buscan sumar más hogares de tránsito. “Nosotros día a día nos encargamos del seguimiento y cubrimos todas las necesidades básicas del animal (atención veterinaria, traslado, alimentación). Ser tránsito no significa tener que abonar un costo determinado, sino brindar amor”, resaltó la abogada.

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Magno, uno de los primeros

En el mes de enero último, Magno, un bull terrier color marrón claro, apareció lesionado con 23 balinazos en su cuerpo. Fue rescatado sobre calle Caseros, casi llegando a la Guardería Municipal. Le dispararon con un rifle de gas carbónico a unos 3 metros de distancia aproximadamente. También tenía laceraciones en el cuello, al tener un alambre atado. Luego de recuperarse fue entregado a su nuevo dueño.

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Gran repudio

Esto actos de violencia generan enormes repudios por parte de la gente. Esto se puede observar en nuestra página web o el Facebook de El Periódico cada vez que se informa sobre el maltrato animal.