La urgencia de la Casa Rosada por aprobar cuanto antes el proyecto de ley de reforma previsional trastocó los planes de la CGT. De apuro y sin un consenso pleno en su consejo directivo, la central sindical activará hoy una movilización al Congreso y mañana, su segundo paro general en contra de la gestión de Mauricio Macri.

La huelga sólo se desactivaría si es que el proyecto de ley que impulsa el oficialismo no prospera en Diputados, algo que según fuentes del Gobierno parecería poco probable.

Los gremios consideran que la reforma atentaría contra el poder adquisitivo de los jubilados. Elevó además el malestar sindical haber sido excluidos del debate y del diseño de la letra chica del proyecto.

La movilización de hoy al Congreso de la Nación será a las 14, a la misma hora que se debata el proyecto de ley en el recinto. La iniciativa ya cuenta con media sanción del Senado, por lo que podría convertirse en ley.

Así confluirán en las narices del Parlamento, que ya desde anoche lucía blindado con vallas y fuerzas de la Gendarmería, la protesta de la CGT, la de las dos vertientes de la CTA, la izquierda sindical, piqueteros y movimientos sociales.

"Como se resolvió de urgencia, movilizaremos sólo a los delegados. Pero la CGT estará presente", señaló un jerárquico de la central. Esta determinación escondería una razón: en la reunión de la CGT se advirtió sobre posibles incidentes en la marcha de esta tarde. "Hay sectores que están dispuestos a ir para pudrir todo", expuso un dirigente.

La decisión de poner la guardia en alto y confrontar con el Gobierno no fue unánime. Ni el sector de "los Gordos" (grandes gremios de servicios) ni el de los denominados "independientes" estaban convencidos de cruzar esa línea.

Héctor Daer, el representante de "los Gordos" en el triunvirato de mando, se ausentó de la reunión porque estaría volviendo hoy de España. De todos modos, él ya había manifestado su rechazo al proyecto jubilatorio. Su hermano Rodolfo estuvo en nombre suyo en la conferencia de prensa. Pero ayer por la sede Azopardo 802 tampoco aparecieron Carlos West Ocampo (Sanidad) ni Armando Cavalieri (Comercio), dos de los referentes históricos de "los Gordos". No estaban de acuerdo con el paro. Tampoco asistió el bastión "independiente" que integran Gerardo Martínez (Uocra), Andrés Rodríguez (UPCN) ni José Luis Lingeri (AySA), que está con licencia médica. Ninguno de los tres, según averiguó LA NACION, estaba convencido en ir tan a fondo.

"No vamos a aceptar ningún cálculo que atente contra el poder adquisitivo de las jubilaciones. Estamos terminantemente en contra de la reforma previsional", dijo Juan Carlos Schmid, uno de los integrantes del triunvirato. Schmid, que además lidera la confederación de gremios del transporte, amenazó: "El viernes vamos a paralizar el país". Tampoco habría clases en las escuelas, bancos y se afectarían los servicios que están a cargo de los camioneros.

Los bancarios anunciaron, a su vez, que hoy pararán a partir del mediodía para sumarse a la marcha.

Mañana es justamente el Día del Camionero y Hugo Moyano tenía previsto reaparecer con un mensaje desafiante, dispuesto a rechazar las reformas jubilatoria y laboral.

Será así el segundo paro general que la central peronista le activa a la gestión de Macri. El primero había sido el 6 de abril pasado en rechazo a la política económica, en especial a la apertura de las importaciones, y por el incumplimiento del pacto antidespidos que se había firmado con el Gobierno y los empresarios.

Tras pactar los cambios en el proyecto de reforma laboral con el ministro Jorge Triaca, la CGT manifestó su malestar por haber sido excluida del debate jubilatorio. La reacción inicial fue quitarle el hombro a la iniciativa laboral y no asistir al Senado para defender el acuerdo. Ayer dio otro paso con la convocatoria a la marcha y al paro.

Fuente: Clarin